Editorial de Peninsular Punto Medio

El Instituto Nacional de Historia y Antropología (INAH) tardó 10 días en reaccionar a la denuncia que se hizo en varios medios de comunicación, incluido Peninsular Punto Medio, sobre la presencia de guías piratas, sin preparación y sin permisos oficiales, en Chichén Itzá.

Esta Maravilla del Mundo Moderno ha sido invadida por varios males desde hace muchos años, entre ellos, el acoso a los turistas por vendedores que se dicen artesanos, malos servicios como agua y sanitarios y ahora, con mayor repercusión, los guías apócrifos, que inventan historias como que en el Juego de Pelota los mayas practicaron fútbol.

No se midieron, la verdad. Fue el pasado 21 de enero que se dio a conocer la denuncia de un turista en una entrevista por YouTube que se volvió viral y a partir de allí se publicaron diversas versiones que confirmaron la existencia de los guías de turistas que engañan a los visitantes a la zona arqueológica más importante del Sureste de México.

Pero fue hasta ayer que el INAH reaccionó con un escueto comunicado en el que informa que ya se inició una investigación sobre el tema y que se dio vista a las autoridades estatales y federales en materia de turismo, para que en el cumplimiento de sus atribuciones y facultades que la Ley General de Turismo les otorga, realicen los procesos de verificación correspondientes.

Según un abogado del INAH en Yucatán, los guías de turistas están regidos no solo por la Ley General de Turismo que es de carácter federal, sino también por la Ley para el Fomento y Desarrollo del Turismo en Yucatán, que es un ordenamiento estatal. Estamos pendientes del tema.