Monseñor Gustavo Rodríguez pide confiar en la palabra del Señor y buscar la humildad
Al encabezar la confirmación de católicos, el arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, exhortó a los fieles a concentrarse en los valores para que crezca la sagrada familia.
En acto realizado en la Catedral de Mérida, señaló que ante los problemas que se atraviesan en la actualidad es momento de disfrutar más de la familia, pues dijo, se busca que se llegue al llamado de la vida religiosa.
Asimismo, señaló que es importante esforzarnos para dar con nuestra vocación, “tenemos que buscar la humildad”.
Explicó que en el Evangelio, según san Lucas, encontramos el llamado que Jesús hace a los primeros tres discípulos (Pedro, Santiago y Juan), quienes serán sus testigos en momentos tan significativos de su ministerio, tal como la resurrección de una niña, la transfiguración en el Monte Tabor y la oración en el Huerto de los Olivos.
Rodríguez Vega platicó que los tres discípulos lavaban las redes junto con sus otros compañeros pescadores luego de una noche infructuosa de pesca, cuando Jesús les pidió permiso para subir a la barca de Simón y que la alejaran un poco de la orilla, para desde ahí hablar a la multitud reunida en torno a él. “Jesús, que como Dios es todopoderoso, como humano necesita apoyo y ayuda para cumplir su misión y pide el apoyo necesario. No nos cerremos a solicitar ayuda con humildad, pues todos necesitamos de todos”, pidió.
Dijo que aquellos pescadores le conceden a Jesús lo que pide, porque son buenos hombres y porque ya han oído cosas buenas sobre él. Luego de predicar, Jesús les pidió algo inaudito para la experiencia y sabiduría de aquellos pescadores, pues les pidió que lleven la barca mar adentro y echen de nuevo las redes. “Pedro habla en nombre de todos accediendo a lo que Jesús pedía, no sin antes advertirle que ya habían trabajado toda la noche y no habían pescado nada. Aunque no lo dice, de antemano sabe que, si no hubo pesca de noche, tampoco la habrá de día, pero hubo tanta fuerza y profundidad en la predicación de Jesús, que ellos le obedecen”, explicó.
Por último, señaló que ya sabemos que el resultado fue una pesca milagrosa, pues las dos embarcaciones no se daban abasto para llevar tanta cantidad de peces.
“Ojalá que todos nuestros trabajos, incluyendo los estudios y el trabajo del hogar, los hagamos siempre en el nombre del Señor. ¡Qué gran diferencia hay cuando se trabaja por y para el Señor!”, concluyó.
Texto y fotos: Darwin Ail