En los últimos años ha aumentado la compra de terrenos consecesionados para cítricos; paisanos activan la economía
OXKUTZCAB.- Los últimos años, se ha registrado un aumento de terrenos concesionados vendidos, en las más de 120 unidades agrícolas en Oxkutzcab, los cuales son adquiridos por familiares de los migrantes, quienes han visto una inversión segura en el campo, sobre todo para sembrar cítricos, como el limón, que se cosecha todo el año y que para los meses de enero a abril, el precio del fruto alcanza su cotización más alta.
El envío de remesas que los migrantes hacen llegar a sus familias, una parte de estos ingresos está destinada a la construcción de sus casas y cuando esta ya está terminada es cuando ellos deciden comprar terrenos que van desde una hectárea o dos.
El precio de traspaso de una hectárea de terreno va de 40 a 60 mil pesos, cuando el terreno no tiene nada sembrado, pero cuando se adquiere una hectárea ya en producción esta se vende entre los 120 mil y 150 mil pesos.
Los traspasos se realizan por medio de los representantes de las unidades de riego y tiene que hacerse el trámite de la concesión en las oficinas de la comisaría ejidal, donde firman ambas de común acuerdo el traspaso del terreno.
Los migrantes son los que le han dado un fuerte impulso al campo al invertir, varios de ellos después de comprar sus terrenos, adquieren camionetas para transportar el producto del campo al mercado de Oxkutzcab.
El limón es una de las plantas cítricas que ha incrementado su cultivo, ya que muchos prefieren sembrarlo a otros frutales, aunque hay quienes intercalan el limón con la naranja dulce, la toronja y la mandarina.
Oxkutzcab es un verdadero edén debido a que hay una amplia variedad de frutas sembradas en las unidades agrícolas, donde se puede encontrar mango, aguacate, yaka, carambolo, mamey y plátano, entre otras frutas, al igual que las verduras.
Los migrantes ven rentable invertir en el campo, ayudando a la economía familiar, fomentando empleos y generando ingresos que activan la economía del municipio.
Texto y fotos: Bernardino Paz Celis
