Según la BNHR, la mayoría de las quejas involucran a las agencias federales de inmigración como la CBP e ICE
Con base en testimonios de más de 4,000 víctimas, la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR, en inglés) denunció el martes una innecesaria y “sistemática” revisión íntima de inmigrantes en los puestos fronterizos como parte de otras conductas abusivas que incluyen golpes, insultos y amenazas por parte de autoridades migratorias o policiales.
Las denuncias están recogidas en el informe anual de la organización que analizó los testimonios recolectados en noviembre del año pasado en 80 puntos instalados por BNHR en la zona fronteriza que cubre Las Cruces (Nuevo México) hasta San Elizario, en el extremo este del condado de El Paso (Texas).
La mayoría de denuncias involucran a las agencias federales de inmigración como la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), y especialmente entre los asignados a los puertos de entrada, explicó a la prensa Fernando García, director de BNHR.
“Los insultos, las humillaciones, las amenazas, el decirle cosas a la gente que va pasando (por el puerto de entrada) se ha convertido en una práctica intimidatoria y psicológica muy profunda en nuestras comunidades”, valoró García.
Agregó que las personas tienen “miedo a cruzar” a pie estos puertos fronterizos, así sean ciudadanos estadounidenses, por los patrones de conducta que se están presentando.
REGISTROS ÍNTIMOS
El informe resaltó que el primer patrón evidente es el uso de la revisión secundaria sin aparente sospecha razonable, a las personas que ingresan al país, y que esta práctica se esta volviendo “sistemática”.
En estas inspecciones secundarias los investigadores encontraron otra conducta preocupante: “Los registros corporales y de cavidades en mujeres”.
“Me pusieron contra la pared, comenzó a revisar mis partes privadas, me golpeó el muslo izquierdo, me abrió las piernas y me preguntaba que si tenía algo en medio”, dijo una hispana que no fue identificada.
Sobre estas inspecciones, García señaló que todos los casos documentados fueron falsas sospechas. “Las víctimas denunciaron indignación en la vulneración de su dignidad personal por tocamientos, chequeos y golpes físicos injustificados”.
También se discutió la posibilidad de que los agentes fronterizos estén siendo obligados a cumplir cuotas de segundas revisiones.
Las denuncias también se dan entre los agentes de inmigración que se encuentran en los puestos de control.
Si bien la cantidad de abusos documentados por parte de la Patrulla Fronteriza sigue disminuyendo, existe un patrón alarmante de cómo la agencia interactúa con los residentes de la frontera, que son sujetos a registros y aprehensiones innecesarias en violación de los derechos humanos, denunció la organización humanitaria.
El informe además documentó casos que involucran directamente a inmigrantes que cruzan de forma indocumentada la frontera, como el de un niño de 13 años, que denunció haber sido sometido a duros abusos físicos y psicológicos por parte de un agente de la Patrulla Fronteriza.
Los agentes del ICE también fueron nombrados en el informe, ya que supuestamente están “usando reiteradamente la intimidación y las amenazas para evitar que en sus visitas a residencias se les solicite una orden judicial para ingresar a una propiedad privada.
Texto y foto: Efe