El espacio es único a nivel mundial, donde menores y jóvenes con vocación en las ciencias ambientales encuentran un espacio que promueve su desarrollo y los acompaña en la consolidación de proyectos
Aunque la reconstrucción del parque “Hunab Ceiba Pentandra”, tras un incendio en 2020, ha sido lenta, su fundadora Maritza Morales Casanova está agradecida porque Scotiabank se ha convertido en su aliado y, por ahora, las aulas son de toldos mucho más económicos.
“Hemos recuperado como el 30%, la pérdida fue de 10 millones de pesos. La biblioteca casi ya está, el museo se detuvo. Por eso optamos por cambiar la estrategia para continuar las clases, por la pandemia fue de manera virtual”, explicó.
Para la reconstrucción se apegaron al máximo con el medio ambiente y con materiales más económicos.
Indicó que el periódico, una publicación mensual impresa de 16 páginas, es un éxito que llega a diferentes comunidades y hasta escuelas privadas lo utilizan para dar clases. También la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) lo coloca en su página y puede ser descargado.
“El parque Hunab Ceiba Pentandra y la asociación Hunab proyecto de vida agradecen la alianza social con Scotiabank, siendo un impulso estratégico para fortalecer nuestra resiliencia y consolidar la recuperación de los pabellones educativos. Desde el 2019, el proyecto estratégico con apoyo de Scotiabank, está inspirando a más de 8 mil estudiantes cada año, en el cuidado del planeta Tierra”, indicó.
Un total de 300 comunidades educativas en zonas urbanas, rurales e indígenas de Yucatán reciben continuamente capacitación y materiales para la enseñanza sobre la conservación de la naturaleza, como lo es el periódico Hunab.
Morales Casanova indicó que los niños y jóvenes con vocación en las ciencias ambientales, encuentran en el parque Ceiba Pentandra un espacio que promueve su desarrollo y los acompaña en la consolidación de proyectos tempranos de vida. Como Paul, quien a sus 16 años de edad, es aprendiz de medicina tradicional y promueve el uso de la herbolaria para recuperar el conocimiento tradicional; o Santiago, quien a sus 13 años de edad está comprometido con el cuidado de los polinizadores, en particular de las abejas meliponas, especie nativa que carece de aguijón. A través de entrenamientos lúdicos, los jóvenes adquieren conocimiento científico y desarrollan habilidades para el emprendimiento socio ambiental.
El parque Hunab Ceiba Pentandra es un espacio único a nivel mundial, y de diversión ambiental. Seis nuevos pabellones educativos, el jardín de herbolaria y una biblioteca-laboratorio están recibiendo las visitas de estudiantes. Hablatabla es una lotería sobre biodiversidad de la Península de Yucatán; Aceea es un Aula Capacitadora de Educación Ecológica Ambiental donde los visitantes retan su conocimiento sobre los ecosistemas regionales, el pabellón Casquetes polares y acción por el clima enseña sobre la teoría del cambio climático; los Fahunabrijes es un área de elaboración de artesanías con vainas y semillas de la región y que promueve la reforestación.
En el torneo de la Pesca de Salvación se aprende sobre los hábitos de las especies locales. El juego de subasta enseña sobre la problemática del comercio ilegal de vida silvestre, y la biblioteca con su laboratorio y jardín de herbolaria es el nuevo espacio para el aprendizaje ambiental. Estos nuevos pabellones fueron adecuados gracias a la alianza social y se espera en los siguientes años atender a más de 40 mil visitantes.
La ambientalista manifestó que por la pandemia los talleres son a distancia, pero que ya se requiere que los alumnos estén en contacto con la naturaleza.
“En el parque vienen un gran número de aves como colibríes, pájaros Toh, basiliscos (iguana de dos patas, toloc), aunque se prioriza la salud”, finalizó.
Texto: Darwin Ail
Fotos: Cortesía