Mary Carmen Rosado Mota
@mary_rosmot
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Este domingo se celebró la entrega 94 del premio de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos, el más anhelado por muchos del medio artístico, pero también con el que cierra la temporada de reconocimientos y premios para lo mejor del cine mundial. Más allá de la presencia de éxitos como “King Richard” y el filme italiano “Fue la mano de Dios”, el deporte y el cine han unido fuerzas para deleitarnos con grandes enseñanzas a lo largo de la historia.
¿Tienes ganas de ver una película y te animas por una relacionada con el deporte? Pues quizá puedas iniciar tu propio maratón viendo “Carrozas de fuego” (1981), este clásico británico que plasma la preparación de dos corredores de mundos muy diferentes, pero con la ilusión de poder estar presentes en los Juegos Olímpicos de 1924. Harold Abrahams y Eric Liddell son los atletas cuyas hazañas fueron plasmadas en este filme ganador del Óscar a mejor película.
Pero el deporte no es únicamente sobre quienes practican alguna disciplina deportiva, también hay un sinfín de personas cuyos trabajos son muy importantes para que podemos presenciar de un buen partido de futbol americano, como la película Jerry Maguire (1996), en esta comedia con un poco de drama podemos sufrir junto con el protagonista lo que implica ser un emergente representante deportivo, los riesgos y sacrificios que a veces deben tomarse por el bien de tu atleta.
Otro de los pilares en el deporte es, definitivamente, la familia y no podríamos dejar fuera “Un sueño posible” (2009). La historia del futbolista Michael Oher y el papel que tuvo su madre adoptiva para cambiar su vida de las calles a la universidad, que después le abriría las puertas de la NFL es una vibrante muestra de lo que significan las segundas oportunidades. Adicionalmente, Sandra Bullock se quedó con el Óscar a mejor actriz por este papel.
Y si de oportunidades hablamos, no cabe duda que en todo maratón de películas deberíamos incluir a “Golpes del destino” (2004), probablemente la más premiada del mundo deportivo. Una mujer que quiere despegar en su carrera boxística de la mano de un entrenador que, inicialmente, no la quiere entrenar pero con fieles cómplices en su camino, hacen de este drama una historia muy especial, con importantes enseñanzas a su paso. Million Dollar Baby ganó el Óscar a mejor actriz, actor de reparto, director y película.
Pero estoy segura que cuando pensamos en una película con temática deportiva viene a nuestra mente un arduo entrenamiento subiendo escalones de un Museo de arte al ritmo de una inolvidable canción y es que “Rocky” (1976) desde su primera entrega se convirtió en un ícono tanto de la pantalla grande como del mundo del deporte. Plasmar las pericias de un futuro boxeador que no es conocido y que aspira a una mejor vida le dio a este filme el Óscar a mejor película y un legado de más de cuatro décadas.
Ya sea para enseñarnos la importancia del trabajo duro y de no rendirnos o como un impulso para perseguir nuestros sueños, lo cierto es que el deporte siempre superará la ficción.