Activistas ambientales piden un alto urgente a la construcción del Tren Maya

a la maquinaria que se utiliza para construir en el selvático tramo 5 del proyecto, para llamar la atención de López Obrador y frenar las obras

Activistas de la organización internacional Greenpeace, junto con otros colectivos, se encadenaron este lunes simbólicamente a la maquinaria que se utiliza para construir en el selvático tramo 5 del Tren Maya, a la altura de Playa del Carmen, en el Caribe mexicano.

Aunque la movilización fue pacífica, al lugar llegaron varias patrullas de la Guardia Nacional, la Policía Municipal e incluso la Fiscalía General del Estado, ya que en el número de emergencias 911 recibieron un reporte de disturbios, ya que los activistas se encadenaron a la maquinaria pesada para impedir que continuaran los trabajos de desmonte de la selva.

La acción tuvo una duración de 12 horas, terminando en la tarde de este lunes.

Aleida Lara, directora de Campañas en Greenpeace México, dijo a EFE que la inmovilización de la maquinaria es para llamar la atención del presidente de la República para que frene las obras y respete el marco legal.

“Estos trabajos se están llevando a cabo sin contar con una manifestación de impacto ambiental, lo cual está violando la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (Lgeepa), en la que en sus artículos del 170 al 174 se establecen sanciones en caso de no presentarse manifestación o en casos de no cumplirse”, señaló.

A raíz de que se anunció un cambio de ruta por las protestas de organizaciones empresariales que se opusieron al paso del Tren Maya sobre la carretera que conecta a Cancún con la Riviera Maya, los trabajos de desmonte selva adentro avanzan rápidamente.

“Estamos pidiendo el respeto al marco legal del país, porque de no ser así la devastación ambiental estará avanzando miles de kilómetros, ya ahora, hasta el día de hoy van más de 30 kilómetros de selva por 60 metros de ancho”, agregó Lara.

Para la vocera de Greenpeace, el proyecto es totalmente inviable y representa un riesgo.

“Toda la Península es una zona de relevancia de conservación de la biodiversidad de nuestro país, esta zona particularmente, tiene grandes alertas, para empezar el suelo kárstico, poroso, representa un espacio inestable para la construcción de un tren”, explicó.

Aleida Lara consideró que, ante la serie de violaciones a la legislación ambiental vigente en el país, es necesario detener este tramo de las obras.

“El tramo del Tren Maya, el tramo 5, es inviable. Este tramo es un caos icónico, está en contra de la ley”, reiteró.

La intervención de Greenpeace y otros grupos ambientalistas locales inició poco después de las cinco de la mañana justo en el tramo que internamente conocen los trabajadores del Tren Maya como “Calica” debido a que localiza en una zona cercana a donde opera la empresa transnacional de extracción de materiales pétreos.

Como parte de la protesta, Greenpeace desplegó una manta con el mensaje “Protejamos la selva maya”, mientras que varios activistas se encadenaron a excavadoras y aplanadoras para evitar que pudieran ser operadas este día.

El Tren Maya es un proyecto prioritario del mandatario Andrés Manuel López Obrador con una inversión de alrededor de 200 mil millones de pesos para construir cerca de 1,554 kilómetros de ferrocarril en los cincos estados del sureste: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

El tramo 5 fue recientemente criticado por un grupo de famosos (como los actores Eugenio Derbez o Kate del Castillo) por redes sociales, quienes impulsaron la campaña “Sálvame del Tren”.

Texto y fotos: EFE