Desde temprana hora, los artesanos del pueblo de San Cristóbal, municipio de Temoaya, en el Estado de México, llegaron para instalarse y vender sus ramos afuera de la Catedral del “Señor de la Cuevita”, en la calzada Ermita Iztapalapa.
Diversos diseños en hoja de palma fueron elaborados para que los feligreses escogieran el mejor a su gusto y lo llevaran para su bendición.
Karina González, artesana mexiquense desde pequeña, se ha mantenido con esta tradición en la venta y elaboración de los ramos.
“Es una tradición que ya tenemos, en el cual festejamos que Jesucristo en este caso entró en su pueblo y lo recibieron con las palmas. Los ramos me llevan elaborarlos unos 10 minutos y los estamos ofreciendo en 30 pesos”, dijo.
En el día de inicio de la festividad de la Pascua, entre los creyentes religiosos cada persona tiene su creencia del Domingo de Ramos.
La afluencia de creyentes ha sido poca a comparación de los años anteriores a la pandemia y en ese sentido los comerciantes de Ramos argumentaron que fueron años difíciles para ellos, pero esperan que en esta ocasión puedan tener mejores ventas en el inicio de la Semana Santa 2022.
Texto y foto: Agencias