Mujeres piden el fin de oleada de desapariciones

Varias decenas de mujeres marcharon el martes en el centro de la Ciudad de México pidiendo justicia por desapariciones de jóvenes, especialmente en el norteño estado de Nuevo León, donde se vive una oleada y las autoridades notificaron que se registraron hasta ocho desapariciones por día.

“Estamos pidiendo justicia, que ya no se maten mujeres, que nos protejan, que podamos salir tranquilas a las calles”, dijo a Efe Karla, una de las participantes en la marcha, en la que se trató de llegar hasta el Zócalo, donde se encuentra el Palacio Nacional, pero no se logró debido a que varios centenares de mujeres policías encapsularon a uno de los grupos, de aproximadamente 40 manifestantes y se vieron varios enfrentamientos.

Algunas manifestantes aseguraron haber sido agredidas y relataron que las mujeres policía, que custodiaron la marcha, les robaron sus pertenencias.

“Que en lugar de que hagan esto, haya apoyos, vigilancia, que investigue a quien hace esto (abusos, desapariciones, feminicidios). Las niñas ya no pueden andar en la calle, que sean castigados, que los encierren para que no sigan haciendo daño”, dijo Esmeralda, una mujer que participó en la manifestación.

Allí, las mujeres trataron de avanzar pero finalmente desistieron y pidieron que se abriese el cerco para poder dirigirse a la boca de metro más cercana. Sin embargo las agentes tardaron alrededor de media hora en permitir el paso y muchas de las presentes terminaron agotadas, dijeron. Desde hace varias semanas México está pendiente del aumento de desapariciones en el estado de Nuevo León.

Incluso la semana pasada se anunció la formación de un “grupo especial” para atender este tipo de crímenes, además de la creación de una Fuerza de Tarea integrada por diversas instituciones de seguridad que comenzó sus operaciones con la búsqueda de Debanhi Susana Escobar, una joven de 18 años desaparecida el pasado 9 de abril en un tramo de la carretera Monterrey-Nuevo Laredo después de acudir a una fiesta con dos amigas.

Texto y foto: Efe