El Tribunal de Apelaciones de Delitos Penales de Texas frenó la ejecución de la madre latina acusada de matar a su hija de dos años, Melissa Lucio, que estaba programada para mañana y ordenó al Congreso del estado que examine su posible inocencia.
En concreto, la corte destaca el hecho de que varios miembros del jurado que condenaron a Lucio en 2008 han afirmado públicamente que de haber conocido todas las pruebas que había sobre el caso, no habrían optado por la pena de muerte.
Además, apunta a varias pruebas científicas que han salido a la luz, y el hecho de que la Fiscalía ocultó pruebas que habrían resultado favorables a Lucio.
La ejecución de esta madre de 53 años queda por lo tanto suspendida hasta que el Congreso de Texas analice estos argumentos y llegue a una conclusión.
Los representantes legales de Lucio habían presentado varias apelaciones ante los juzgados, además de una petición de indulto, para la que estaba previsto que se pronunciara hoy la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas.
Melissa Lucio se convirtió en 2008 en la primera latina condenada a muerte, por supuestamente haber matado a su hija de dos años de una paliza, aunque ella alega que fue un accidente porque la niña se cayó por unas empinadas escaleras.
La madre de ascendencia mexicana ha recibido el apoyo de varias organizaciones, así como de prácticamente la mitad de los legisladores de Texas, tanto demócratas como republicanos, que aseguran que el caso de Lucio despierta demasiadas dudas como para que sea ejecutada.
“Este caso muestra que no se puede confiar en la pena de muerte en Texas (como medio) para proveer justicia para todos. Sabemos que es muy defectuoso y está plagado de errores humanos e inconsistencias”, dijo el legislador estatal demócrata Joe Moody.
Texto y foto: Agencias