Se necesita todavía más conciencia, se hacen foros, hay difusión, pero no se ahonda y existen proyectos que no deben ser difíciles de poner en práctica; en la deforestación se requiere fortalecer esfuerzos y generar mayor cultura
Con 27 años de ambientalista, Maritza Morales Casanova, fundadora del parque temático de educación medioambiental llamado “Ceiba Pentandra”, ve a más interesados en colaborar para reducir la contaminación, pero que todavía falta mucha educación ambiental.
En entrevista con Peninsular Punto Medio, explicó que hubo una campaña para que no se usen popotes y se recurrió a un material biodegradable, y lo que sucede es que, cuando el sol lo desintegra, se convierten en nanoplásticos que pueden terminar en el mar y matar especies marinas.
-¿Qué es lo recomendable?
Lo mejor es el reciclaje. Los nanoplásticos terminan en el agua que siguen el flujo y suelen irse al norte donde están las playas. Lo mejor es no usar productos desechables.
-¿Satisfecha con lo logrado?
Muy motivados, ya llevamos 27 años, los cumplimos el 13 de mayo y festejaremos durante tres días, el 12, 13 y 14. Realizaremos visitas escolares y mostraremos los pabellones activos como se realiza una economía circular. También tenemos la sección de fansanfibios, que es una feria donde mostramos la función que realizan en el planeta los sapos, salamandras, ranas y cecílidos (son como serpientes, aunque no existen en Yucatán) y porque se deben preservarlos.
-¿Cuál es el problema ambiental en donde sientes que no se ha avanzado?
Seguimos atrasados en educación ambiental de excelencia, se hacen foros, hay difusión, pero no se ahonda y hay cosas que no deben ser difícil de poner en práctica. Por ejemplo, con el aceite quemado que queda de los alimentos cuando se fríen los panuchos, la comida ¿cuántos después que lo utilizan le quita los restos que quedan lo pone en un envase y lo lleva a los contenedores, que se encuentran ubicados en varios puntos de la ciudad?. No hacerlo de esta manera se corre el riesgo que llegue a las cisternas, se contamina el agua. También está la deforestación, todavía hay mucha ignorancia ambiental y se debe reforzar esto.
-Actualmente, las nuevas generaciones están demostrando más interés por el medio ambiente, lo que es muy prometedor…
La gente es un poco más consciente y hay señales de que quiere hacer algo, lo que es digno de celebrarse. Aunque también hay que ser cautelosos y que en realidad se abone al medio ambiente porque hay quienes probablemente sólo estarían buscando “likes”, no están sembrando árboles como debe ser. Se requieren de acciones, pero también de conocimiento. Hay quienes reforestan una banqueta, pero al sembrar un árbol ponen el inadecuado y termina perjudicando a una persona que tiene que pasar con una silla de ruedas y luego se termina armando un escándalo porque el árbol se tiene que quitar porque beneficia, pero también estorba y cuando se quita se termina diciendo a los trabajadores que son ecocidas.
-Hay en un sistema de milpa orgánica una estrategia para atacar plagas de que no se rocíe en toda la plantación, sino sólo al área afectada. ¿Crees que este tipo de proyectos pronto lleguen a Yucatán?
Cada vez veo más esfuerzos para utilizar lo orgánico en las milpas. A gran escala parece complicarse. Nosotros en el jardín herbolario todo es orgánico, siento que a nivel doméstico, no es tan complicado, es lento. La producción orgánica es más cara, pero también puede alcanzar la exportación porque cada vez más países están exigiendo este tipo de cultivos. Aunque es mucho más costoso y no toda la gente tiene recursos para pagarlo.
-¿Te acuerdas cómo iniciaste y ahora te das cuenta de la consolidación con el número de colaboradores que ya tienes y actividades?
Desde que empecé en la casa y ahora ya contamos con el parque temático. Actualmente son 12 voluntarios que realizan las labores de instructores, además que también hay personal temporal, principalmente estudiantes practicantes.
-¿Un duro golpe el incendio que devoró una buena parte de las instalaciones del parque y que tuvieron que cambiar sus planes?
Todavía nos estamos recuperando. La biblioteca ya está habilitada. Algunos salones no están completamente listos, pero ya trabajamos al aire libre, tenemos la voluntad de seguir trabajando, los niños (as) se suman y esto demuestra que el proyecto está bien arraigado.
Texto: Darwin Ail
Foto: Cortesía