Los ambientalistas indican que el documento reconoce que el impacto en la selva es crítico, pero no significativo
Luego de una revisión preliminar a la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) sobre el Tramo 5 Sur del Tren Maya, sometida a evaluación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), por Fonatur-Tren Maya, activistas del movimiento Sélvame el Tren consideraron que el amplio documento está hecho “a modo” y que su contenido es contradictorio.
El grupo Moce Yax Cuxtal y Guillermo D’Christy, del proyecto Cenotes Urbanos de Playa del Carmen, coinciden en que aún cuando en la MIA se reconocen impactos potenciales “severos” y “críticos” al sistema kárstico, las cavernas y ríos subtérraneos, por derrumbes y hundimientos provocados por maquinaria pesada o la pérdida de vegetación y la fragmentación del hábitat de especies protegidas por los desmontes y despalmes, se concluye que estos “no son significativos”.
Señalan que además se plantean en la MIA medidas de mitigación a destiempo, como el rescate de vegetación y fauna, lo cual debió ocurrir antes de la devastación de la selva, que inició –sin ninguna autorización, permiso o medida preventiva– desde febrero.
Ambos, subrayan que esto último –que la zona fue previamente impactada, por el propio gobierno federal como promovente del proyecto– es omitido cuando debió mencionarse en la MIA, pues constituye una violación al marco legal ambiental.
“El proyecto Tren Maya en Quintana Roo es ilegal y hoy lo quieren vestir de legalidad. Los trabajos para el Tramo 5 iniciaron sin estudios ambientales. Eso es lo primero que no podemos perder de vista, porque ahora con la MIA lo quieren hacer pasar como legal.
“Del contenido de la MIA, dudamos mucho. Para un proyecto de este tipo se necesitan estudios muy especializados, cuya elaboración no es sencilla, ni rápida. El trazo lo cambiaron apenas en enero y debían hacer estudios ahí, que tardan unos seis meses, mínimo. Pensamos que más bien copiaron y pegaron información de la zona y ya”, expresó Guadalupe de la Rosa, de Moce Yax Cuxtal.
Texto y foto: Agencias