Ya están identificados más de 600 sospechosos, como políticos, agentes de propaganda del Kremlin y militares
La Fiscalía de Ucrania busca cualquier prueba, por insignificante que pueda parecer, para intentar que el Tribunal de La Haya abra procesos por crímenes de guerra contra Rusia, aunque lleve tiempo y un arduo trabajo para documentar cada caso.
En un informe sobre lo que está pasando en Ucrania desde que el pasado 24 de febrero comenzó la invasión rusa, el apartado de “crímenes de agresión y de guerra”, en su mayoría por quebrantar “las leyes y las costumbres” en conflictos bélicos, recoge 14,193 posibles casos. Pero el proceso para documentarlos y que acaben llegando al Tribunal Penal Internacional es largo, mientras la guerra dura ya más de noventa días sin que se atisbe el final del conflicto.
Alexandr Iliyankov es responsable del área que investiga posibles crímenes de guerra en la Fiscalía del distrito de Járkov, la segunda mayor ciudad de Ucrania, con unos dos millones de habitantes en su área metropolitana antes de la guerra.
Muchos fueron evacuados al sufrir la ciudad fuertes ataques, que aún continúan ocasionalmente, como uno con misiles que provocó al menos siete muertos el pasado miércoles junto a una estación de metro, aunque el frente de guerra se ha desplazado a aldeas de sus alrededores.
En una de ellas, Koropy, desde donde se escuchan explosiones por los combates en las proximidades, este fiscal dirige la exhumación del cuerpo de un joven que murió por disparos de artillería cuando entraron tropas rusas.
Iliyankov comentó a un grupo de periodistas que en este distrito llevan localizados trece casos similares, de los que por ahora han podido recuperar siete cuerpos, con disparos e impactos de artillería que mataron a civiles.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenkski, ha denunciado recientemente que son más de tres meses “de crímenes de guerra por parte de los ocupantes rusos”.
“Muchos graves crímenes de guerra que Rusia está aún planeando o acaba de provocar”, ha subrayado en redes sociales.
Ya el pasado marzo la fiscal general de Ucrania, Iryna Venediktova, aseguró tener información de presuntos crímenes de guerra en unos “6,000 lugares” en territorio ucraniano, que además de la Fiscalía del país investigan organismos internacionales.
Ya están identificados más de 600 sospechosos, como políticos, agentes de propaganda del Kremlin y militares rusos, según datos de la Fiscalía ucraniana.
Algunos de los lugares donde pudieron haberse cometido estos crímenes, como Koropy, no son del todo seguros con el frente de guerra cerca.
Texto y foto: EFE