Editorial de Peninsular Punto Medio

La situación financiera del Isstey está para llorar, por lo menos eso se desprende del panorama que ayer expusieron la directora María Isabel Rodríguez Heredia y los expertos en la materia que fueron nombrados por el Ejecutivo estatal para encontrar soluciones al problema.

En la danza de cifras se destaca el alto número de personas, que, guiados por la incertidumbre, han decidido pedir su retiro, y optar por el régimen de pensiones, lo que se ha convertido en una bomba que puede estallar en contra de los trabajadores.

Varios diputados de la Comisión Especial para Conocer la Situación del Isstey se manifestaron por atender el problema, pero sin atentar contra los derechos de los trabajadores, aunque la reforma que se anuncia tiene ese objetivo, se dice, el de garantizar el derecho adquirido de los derechohabientes.

En nuestra nota de portada usted ya podrá revisar algunos números que se dieron a conocer, sin embargo, aquí les presentamos otros.

Para agravar la situación, dijo el actuario Roberto Díaz, la pirámide de trabajadores que tiene derecho a jubilarse crece de manera significativa de tal forma que al cierre de 2021 había 1,297 personas que ya tienen el requisito cumplido para acceder a la jubilación voluntaria del Isstey, y hay 3 mil 22 que ya tienen el requisito cumplido para acceder a la jubilación necesaria, es decir, ya hay 4 mil 319 personas en la fila que ya pueden acceder a una pensión.

Por lo que para el año 2023 habrá 6 mil trabajadores con derecho a una pensión.

Detalló que en la jubilación necesaria el Isstey pensiona a los trabajadores que tengan 55 años de edad y al menos 15 años de servicio, si el trabajador tiene 15 años de servicio entonces le corresponde el 50% del salario pensionable y va creciendo hasta llegar al 100% con 30 años o más.