Santiago Pell
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Oficialmente se ha dado por iniciada la tan cálida temporada de césped en el ATP Tour. Después de un largo camino sobre arcilla, la hierba llega a partir de este mes de junio para que los tenistas intenten olvidar el juego lento del Roland Garros – hasta el momento último torneo de polvo de ladrillo – para ahora acostumbrarse a las pistas rápidas de distintos certámenes que, incluso con los diferentes campeones que llegarán a tener, todos conducen hacia un mismo lugar: al sublime Wimbledon.
A diferencia de las demás superficies, la de pasto no es muy larga y esto la hace tan interesante, vistosa, y sobre todo llamativa, pues al no tener muchos eventos previos al tercer Grand Slam del año, provoca que algunas de las competencias gocen de la participación de un verdadero elenco de élite como es el caso del ATP 500 de Halle en Alemania, el cual contará con la presencia de Daniil Medvedev, Alexander Zverev, Stefanos Tsitsipas, Felix Auger – Alliasime, Jannik Sinner, Nick Kyrgios, entre otros.
Aunque todavía no se logra que el circuito tenga un Masters 1000 en césped, el presidente de la ATP, Andrea Gaudenzi, continúa estudiando la incorporación de un certamen sobre esta superficie. Hoy por hoy no se tiene un estimado de cuándo se llevará a cabo la producción de un posible torneo de tal magnitud, pero de poco importa, pues la emoción que provocan los eventos como Halle, nos hacen ignorar dicho tema y simplemente disfrutar del viaje, del corto y bello camino verde hacia el All England Club de Wimbledon.
