Instituciones y agencias meteorológicas prevén una actividad de huracanes por encima del promedio en 2022; durante los meses de agosto, septiembre y octubre alcanzará su periodo cúspide
Todos los escenarios por parte de diferentes instituciones y agencias meteorológicas prevén una actividad de huracanes por encima del promedio este año, lo que la convertiría en la séptima temporada consecutiva de huracanes muy dinámica e intensa.
La temporada de huracanes del Atlántico 2022 se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre y durante los meses de agosto, septiembre y octubre alcanzará su periodo cúspide, por lo que debemos estar preparados ante los riesgos y peligros que se puedan originar.
En días pasados el huracán ‘Agatha’ se desarrolló en el Pacífico Oriental e impactó el Suroeste del territorio mexicano, causó destrucción y muerte tras su paso en el estado de Oaxaca; además de que se reformuló como huracán ‘Alex’ en aguas del Atlántico, condición que asombró a meteorólogos y dejó en claro que se espera un temporada activa y potente.
A lo largo de los últimos años estudios de oceanografía y climatológicos enfocados en los trópicos, han explicado que tanto la influencia antropogénica como los cambios en el sistema planetario intervenidos por calentamiento localizado o global, promueven temporadas ciclónicas cada vez más catastróficas.
El aumento de la actividad anticipada para esta temporada de huracanes se atribuye a varios factores climáticos, como lo es: La Niña, que se encuentra actualmente presente y que probablemente persistirá durante la temporada de huracanes, esta condición favorece indirectamente que temperaturas de la superficie del mar sean más cálidas que el promedio en el Océano Atlántico y el Mar Caribe.
También los vientos alisios tropicales del Atlántico se comportan de manera más débiles, además de un aumento del monzón de África Occidental que favorece la presencia de ondas tropicales.
Por otro lado, los efectos relacionados al cambio climático que afecta la fuerza y la frecuencia de los ciclones tropicales, estudios recientes han certificado esta teoría que en la actualidad se continúa investigando.
Ante los escenarios propuestos se recomienda mantenerse informados y estar preparados de manera temprana, para tratar de prevenir los peligros relacionados con el impacto de huracanes.
Una nueva categoría
Estos últimos años han estado marcados por una intensificación muy rápida de los huracanes en contacto con las cálidas aguas que atraviesan. Una tendencia que no va a detenerse con el aumento constante del nivel global de temperaturas vinculado a las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades humanas.
De no poder revertir la tendencia, las ciudades costeras deben prepararse imperativamente para enfrentar nuevos daños. Este es el objetivo del experimento de la Universidad Internacional de Florida (FIU, por siglas en inglés), que pretenden simular los daños causados por el viento y la crecida de las aguas de un gran huracán, incluso más fuertes que los que ya ha experimentado Estados Unidos, para preparar mejor a las ciudades ante un posible desastre.
Para tratar de comprender los efectos de un huracán de categoría 6, los científicos imaginaron un escenario real de desastres en un hangar especialmente diseñado para el experimento: vientos de 300 km/h soplando sobre una casa, luego una ola de seis metros sumergiendo la estructura, derribando la casa de sus cimientos, arrastrada por el agua.
Los huracanes de categoría 6 que ya son una realidad y que han ocurrido antes, dicen algunos científicos. La idea de prepararse para vientos superiores a 300 km/h puede parecer extrema, pero en realidad es bastante realista según la Universidad de Florida: en los últimos años, los huracanes Dorian (2019), Irma (2017) en el Atlántico y el supertifón Haiyan (2013) en el Pacífico generaron vientos superiores a 290 km/h.
Este tipo de ciclón ya es considerado por algunos científicos como un fenómeno de categoría 6 en la escala Saffir -Simpson, que tiene cinco categorías, aunque oficialmente no existe la categoría 6: la categoría 5 no tiene límite ya que designa fenómenos con vientos superiores a 251 km/h con olas superiores a 5.5 metros.
Texto y foto: EFE / Agencias