El nombre de la botella, Chan Antonio, viene del rancho que tiene su padre; la bebida es de sabor dulce y perfumado
Un consejo que le dio su maestra de una materia de emprendedurismo de la carrera en Administración Ganadera, que se imparte en el Instituto Universitario Eloísa Patrón, propició que naciera el proyecto de “Chan Antonio, Licor de Naranja Agria”. Christie Argáez Rodríguez no tenía un proyecto definido, por lo que la catedrática le dijo que se concentrara en algo que tiene al alcance y que busque darle un plus.
“Teníamos algunos proyectos, pero no nos latían sobre todo porque hay que aplicar la metodología, fue así que en la casa tenemos varios árboles de naranja, por lo que luego salió el licor. También intentamos con coco, pero de éste ya había varias marcas registradas, pero de naranja no y fue que nos decidimos por la naranja”, explicó.
En entrevista con Peninsular Punto Medio, Argáez Rodríguez señaló que de la naranja se realiza un fermento, una maceración que combinan con alcohol.
“Lo defino como un licor aperitivo, tiene un 5.7 por ciento de alcohol, es muy bajo”, agregó.
Christie y su hermana Cecilia, las dueñas de la licorería artesanal, son de una familia ganadera. Su papá tiene un rancho por Tizimín, en una localidad llamada Chan San Antonio. También tiene una granja de conejos, que fue de un proyecto que realizó.
Describió al licor de sabor dulce, amargo y perfumado, ideal para cócteles de camarón y también para un carajillo (una bebida que mezcla dos elementos: el café caliente y una bebida alcohólica, normalmente brandi).
Recomendó también combinarlo con un jugo cítrico, puede ser una mandarina, azúcar y hielo al gusto, pues “es muy refrescante, ideal para este Estado que es muy caluroso”.
La emprendedora agradeció también al Instituyo Yucateco de Emprendedores (Iyem), que encabeza Antonio González Blanco, dado que no dudaron en apoyarlas y obtuvieron una beca para que el negocio sea incubado.
El licor es uno de los productos que el Iyem proyectó y que la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur), que dirige Michelle Fridman Hirsch ,lo incluyó en un tour gastronómico que realizan en Estados Unidos. Apenas el viernes pasado, la dependencia llevó a cabo otra presentación de los Maratones Gastronómicos, en el marco del Año de la Gastronomía de Yucatán, en Los Ángeles, California, donde el chef Pedro Medina, de la Taquería La Lupita de Mérida, fue recibido por Juan Chan y su mamá, Elsa Chan, propietarios del servicio de catering de cocina tradicional yucateca Ek-Balam, en esa ciudad.
El tour gastronómico incluye varias ciudades de Estados Unidos y busca que los productos se exporten a ese país y que turistas se animen a visitar Yucatán.
Christie recordó que cuando comenzaban a tener varios puntos de venta llegó la pandemia, y como hubo Ley Seca tuvieron que parar.
“Nos vimos en la necesidad de buscar trabajo, pero estamos agradecidas que no lo conseguimos porque esto hizo que sigamos aferrados al proyecto, fue complicado, pero hizo que nos concentremos en el producto”, destacó.
Ella aprendió a ver los baches como una oportunidad para crecer, y gracias al covid-19 se enfocaron a las ventas en línea en páginas web, se aliaron con una agencia de publicidad y apenas en marzo cambiaron la imagen del producto.
“También apoyamos al rancho, ese fue el objetivo de estudiar la carrera (Administración Ganadera), ese negocio es de la familia, pero mi hermana y yo nos enfocamos al licor”, finalizó la entrevistada, recalcando que el residuo de naranjas lo llevan al rancho para que lo combinen con otros alimentos.
La presentación de 750 mililitros de “Chan Antonio, Licor de Naranja Agria, tiene un precio de 400 pesos y también tienen uno pequeño, que le llaman de bolsillo (250 mililitros) en 200 pesos.
Para mayores informes pueden hablar al teléfono 9991 92 87 93 o visitar las redes sociales de la empresa, @licordenaranja.
Texto y fotos: Darwin Ail / Cortesía
