Un padre de familia secuestró a su esposa y a sus dos hijos durante 17 años en Brasil

En Brasil, el pasado jueves 28 de julio, la policía militar rescató a una mujer y a sus dos hijos, esto después de que durante 17 años el padre de la familia los mantuviera cautivos en su casa, en Río de Janeiro.

El agresor fue detenido en el mismo sitio, las víctimas fueron localizadas por las autoridades en un chamizo al norte de la ciudad tras recibir una denuncia anónima.

El veterano agente, que entró primero a la habitación oscura y maloliente donde malvivía el trío de la familia, encontraron a dos jóvenes atados de pies, según los medios de Brasil, en una entrevista otorgada por el jefe de policías, pensaron que los jóvenes ya mencionados eran niños, donde hasta ese punto mostraban desnutrición la muchacha y el joven.

La supuesta hija tiene 22 años y su hermano 19 años, el ambiente en la casa era de una película de horror, declaro la policía para los medios de comunicación.

Además, trascendió que las víctimas estaban también deshidratadas y tenían señales de haber sido agredidas, pues estas fueron localizadas en una habitación con las ventanas tapiadas por madera, sin agua, en la que solo había dos camastros mugrientos, sin sábanas, llena de heces y una cocinilla.

Ambos hijos han pasado, por tanto, como quien diría casi toda su vida encerrada en esa habitación, lo lamentable es que aparte de privarles su libertad, se encontraban en condiciones deplorables e infrahumanas, en una calle con vecinos del barrio de Guaratiba, de la ciudad de Río de Janeiro.

El padre, culpable de este presunto secuestro, tiene una edad que ronda entre los 45 o 50 años, ha sido acusado de tortura, de maltrato y de mantenerlos en una cárcel privada (secuestro).

Por lo que se sabe, solo la esposa del agresor fue capaz de comunicarse con los agentes que acudieron rescatarles, ella la única que podía hablar, los dos jóvenes estaban agitados, balbuceando y se movían mucho, un relato que impacto al veterano William Oliveira, jefe del equipo de la Policía Militar, fue que cuando le ofreció comida a la madre, ella dijo “No, no, no, no puedo comer, no nos deja comer sin su permiso”, explicó a los medios cariocas el capitán.

Tanto la mujer como sus dos hijos fueron sacados de su casa en ambulancia y trasladados directamente a un hospital municipal. Las informaciones publicadas por la prensa brasileña permiten reconstruir a grandes rasgos cómo se produjo el rescate y conocer algunos detalles sobre los protagonistas del espeluznante caso.

 

 

El rescate y la llamada anónima


Una vecina del barrio donde fueron mantenidos secuestrados durante casi dos décadas contó al diario Folha de São Paulo, que la mujer rescatada, es decir, la madre, logró salir del chamizo hace unos días gracias a que la puerta falló.

“Era la primera vez que la veían. Me pidió que llamara a su hermana. Se había grabado el número en la cabeza hace años”. Tras varios intentos, logró hablar con su hermana y alertarla”, comentó la vecina.

Por parte de la hermana contactó al diario de São Paulo que, la cual contó que al principio de la relación entre su hermana y el agresor, la pareja vivía en otro barrio. Detalla que eran primos por parte de madre y que el resto de la familia era entonces la encargada de resolver lo que ella califica de “crisis de celos”, la situación cambió con el nacimiento de los hijos, es cuando el agresor decidió desaparecer con los tres.

Los vecinos han explicado a la prensa brasileña que hace muchos años solían ver a las víctimas en la puerta de casa, que saludaban a la gente. Pero hace ya mucho que desaparecieron de la vista de la comunidad, aunque por sus testimonios se desprende que, incluso, gente más joven sabía de su existencia.

 

 

El ahora detenido era considerado en el barrio como una persona agresiva que ponía la música muy alta pese a las protestas de los vecinos, hasta dicen que salía pronto de casa y regresaba tarde.


El detenido dio a los agentes de policía que lo apresaron, algunas pistas sobre los motivos que lo llevaron a dar ese trato inhumano a su familia.

Nos dijo que los niños eran enfermos mentales y necesitaban estar encerrados”, fue entonces cuando la señora les indicó que “ella y sus hijos no salían de casa desde hacía 17 años”, explicó el capitán, que sospecha que las víctimas eran además físicamente agredidas.

De acuerdo con las primeras indagatorias, los agentes no descartan que el espeluznante drama de las víctimas pudo haber sido menos prolongado, ante los hechos la prensa brasileña publicó que el consejo tutelar de menores recibió una denuncia hace un par de años, pero que ningún organismo actuó para poner remedio al horror cotidiano que las víctimas han sufrido durante las últimas dos décadas.

Por lo que ahora este sujeto será condenado a cadena perpetua por abuso, secuestro, maltrato, y más leyes corrompidas hacia el ser humano.