Los hermanos Rodríguez Magaña heredan el gusto por la música de su abuelo y padre, quienes mantienen los ritmos tradicionales de las fiestas patronales
En días pasados la Charanga Infantil de los Hermanos Rodríguez Magaña cautivó al público que acudió a la vaquería popular que se presentó en honor a la Virgen de la Asunción en el barrio de San Sebastián.
La agrupación musical toca lo mismo una marcha para acompañar a los gremios, un danzón, un pasodoble o una cumbia, y está integrada por seis hermanos y un primo, cuyas edades van de los 3 a los 17 años.
Su director musical y papá, Rolando Rodríguez Mena, comentó a Peninsular Punto Medio que la música es tradición familiar, ya que su padre, en la década de los 80 tuvo un conjunto, en su natal Umán.
“El grupo se llamaba “Rolando y su Combo”, mi papá tocaba la trompeta y yo tenía apenas 5 años y llevaba el ritmo en las tarolas, y aprendí a tocar el teclado, cuando ya tenía 12 años cuando mi papá tocaba en “La Orquesta del Mayab de la Ciudad de Umán”, y al mismo tiempo teníamos el grupo”, comentó Rolando, quien recordó que, al fallecimiento de su padre, en su honor comenzó a tocar la trompeta; fue entonces que cambió el nombre del grupo a “Roly 2000”, pero al poco tiempo desapareció.
Con el paso del tiempo, el amor llegó y fue tocando en un gremio que Rolando conoció a su ahora esposa, Fanny Magaña, con quien se casó un 20 de diciembre y procrearon a sus seis hijos que hoy integran la Charanga Infantil de los Hermanos Rodríguez Magaña.
“Mi hijo mayor Emir, ya había comenzado a salir a tocar conmigo en la Charanga en los gremios, pero llegó la pandemia y todo se suspendió, nos tuvimos que quedar en casa y para no fastidiarnos, nos poníamos a ensayar, y viéndonos, Josué se acercó a pedir que le enseñe a tocar, y luego mis gemelos Pablo y Fabio con su primo Eric, que tienen la misma edad jugando se iban al patio a tocar”, relató el orgulloso papá, quien relata que a ellos se sumó su única hija Arlete, de 7 años, quien toca el rascabuche.
“Le agarró ritmo y compás, y ya que vi que había interés comenzamos a ensayar una primera canción, uma marcha de gremio y después siguió “El Cable”, y así, un día pasó una vecina que nos escuchó ensayar y se acercó a decirnos que era su cumpleaños, y que, si no queríamos ir a tocar las mañanitas a su fiesta”, explica Rolando, quien en un principio se resistía a la idea por tener solo dos canciones listas, pero a insistencia de los niños fueron y ocurrió algo especial:
La vecina grabó con su celular la actuación de los pequeñitos acompañados de su papá en la trompeta y subió los videos a las redes sociales, a los pocos días ya los estaban llamando para participar en un programa de radio en una estación de Umán y el video que se grabó en la ocasión, en una de tantas compartidas, llegó a gente de la televisión que buscó a la Charanga Infantil para entrevistarlos y así, llegaron a San Sebastián, donde fue muy aplaudida su actuación despertando la admiración y simpatía por la edad de sus integrantes y la alegría con la que tocan y cantan.
Eso fue apenas la semana pasada y ya los invitaron a tocar a la Casa de la Cultura de Muna; ayer, después de la entrevista, amenizaron una fiesta en un rancho cercano a Umán, donde tocaron entre otros temas “El muñeco de la Ciudad”, “Suavecito” y “El Makech”.
“Que bueno que tenemos trabajo, nos va a servir para la comida, pero los niños regresan a la escuela pronto”, comentó Rolando, quien abriga la esperanza de que algún día sus hijos aprendan a tocar otros instrumentos y formen una agrupación musical a nivel profesional, pero recalca que dejará que decidan.
“Por ahora lo están disfrutando, lo ven como un juego y les gusta ir a tocar en las fiestas porque cuando terminan los invitan al pastel y a romper la piñata”, dice el ogulloso padre, quien presume que hasta el más pequeño de sus hijos, Jared de tres años de edad, ya comenzó a llevar el ritmo en la tarola.
El número de contacto de la Charanga Infantil de los Hermanos Rodríguez Magaña es el 9991 334724 o puede buscar a Rolando en su tienda, “La Guadalupe”, en la calle 20 por 15 y 17 de Umán.
Texto y fotos: Manuel Pool