Editorial de Peninsular Punto Medio

El fin de semana se vivieron jornadas de terror en Baja California y otros estados del norte de México, lo que inmediatamente fue catalogado por voceros, columnistas y caricaturistas que simpatizan con la oposición como acciones que fueron ordenadas desde Palacio Nacional para forzar la llegada de la Guardia Nacional a la Sedena y así militarizar al país.

El mismo presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, respondió ayer a los opositores desde la Mañanera, aunque cientos de seguidores del tabasqueño se manifestaron en su defensa atacando con el mismo argumento a los políticos y organizaciones que están en contra del mandatario federal.

En un video proyectado en la Mañanera, una mujer que presuntamente tenía asma, con problemas para respirar, fue a ver a su doctora y le dijeron que no la atendería porque se quedó en su casa por seguridad, en Tijuana.

En respuesta, dijo a la asistente de la doctora que los ataques por parte de hombres armados al transporte público y tiendas de conveniencia en varios estados del centro y norte del país fueron ordenados por los narcopolíticos que están en contra de la Cuarta Transformación.

No podemos asegurar que así sea, pero lo que queda claro que mientras la comentocracia y analistas políticos de renombre están en contra del Presidente, promoviendo la versión de que mandó a “incendiar al país”, lo que suena completamente jalado de los cabellos, una parte de la gente común y corriente está con el gobierno.

“Voy a calmarme para que no se cierren mis bronquios, pero puedo estar grave, quizás al borde de la muerte, pero no me hacen renegar de mi gobierno”, dijo la señora en el material video gráfico. Así “millones de mexicanos”.