¿Les damos el beneficio de la duda?

Rogerio Castro Vázquez 
@rogeriocastrova

Yucatán siempre ha sorprendido al país en temas políticos.

Tenemos como ejemplo muy actual, vigente y recurrente la elevada participación ciudadana en las elecciones y si nos vamos más atrás podremos mencionar la Chispa de la Revolución en Valladolid o el Primer Congreso Feminista, entre otros hechos históricos de la entidad.

Hoy, el estado vuelve a llamar la atención, esta vez en un tono algo antipopular.

En el ámbito legislativo se tomó una decisión que sorprende, que pareciera ir en contra de la voluntad ciudadana, de una de las principales demandas del pueblo…abaratar el sistema político.

Se aprobó el aumento de diputaciones, de 25 a 35. El Congreso del Estado de Yucatán tendrá en 2024 seis nuevas diputaciones por elección directa y cuatro por representación proporcional.

Los argumentos toman como referencia la decisión del Instituto Nacional Electoral (INE) de aumentar a seis los distritos electorales federales del estado; la subrepresentación y sobrerrepresentación de los partidos y el aumento población, entre otros.

Desde mi punto de vista, considero que les hizo falta catalogar un elemento fundamental, la voluntad popular. Se les fue o simplemente demeritaron ese ingrediente que se ha revalorado en México con la 4T.

Desde mi cargo tengo el privilegio de platicar y conocer de primera mano el sentir popular.

Las personas me hablan de temas muy variados y todas coinciden en un sólo punto: acabar con el viejo régimen político.

Lo perciben como una enorme carga que ya no están dispuestas a llevar sobre los hombros.

Consideran al aparato burocrático-político como demasiado costoso y poco eficiente y, es en ese sentido, que se está trabajando desde el Gobierno de la República, que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, por hacerlo más eficiente, pero en Yucatán no.

Hace exactamente dos meses escribí sobre la reforma electoral que propone el Poder Ejecutivo, la cual es muy amplia y tiene en esencia dos cosas: en primera instancia, garantizar la representación democrática de las y los mexicanos, pero además abaratar los costos.

En nuestro caso, aunque por lógica deducimos que significará más dinero, la justificación es que no tendremos tantos diputados como otros estados y que somos la entidad que menos cuesta en ese tema.

Claro, la comparación es con el exterior, pero si preguntamos desde lo interior la respuesta es otra y me parece que usted la tiene en la mente en este momento, verdad.

Si seguimos con las reformas y hacemos un muy sencillo ejercicio de comparación sobre la representación proporcional en ellas, a simple vista vemos que se contraponen.

El Ejecutivo federal propone reducir de 500 a 300 el número de diputaciones federales y de bajar a 96 la cantidad de senadurías.

Palabras más, palabras menos la decisión ya está tomada.

Podríamos decir que les vamos a dar el beneficio de la duda.

Sí, como demócratas que somos lo haremos, pero la respuesta la tiene la ciudadanía y ya veremos para el 2024 si fue acertada y si realmente dejó contento y satisfecho al pueblo de Yucatán.