El problema es cómo hacer del futuro acuerdo algo coherente y complementario con otros órganos y entidades
La atribución de competencias entre los distintos gobiernos e instituciones se presenta actualmente como el principal problema que dificulta la adopción de un tratado sobre la alta mar, que se discute actualmente en Nueva York con el fin de proteger los océanos.
En una rueda de prensa celebrada en la ONU en paralelo a los trabajos de los negociadores, la embajadora de Belice, Janine Felson, que habló en nombre de los estados de la Comunidad del Caribe (con especial interés en la cuestión al ser todos estados isleños) dijo que el problema es cómo hacer del futuro acuerdo algo “coherente y complementario con otros órganos y entidades que ya existen”.
Aclaró que no se trata necesariamente de conflictos, sino de que la toma de decisiones pueda tener efectividad y coherencia, sin pisar competencias de otros cuerpos o adaptándose a la legalidad existente.
Felson dio a entender que hay otra cuestión aún no cerrada, pese a que la ronda negociadora termina el próximo viernes, y es definir el proceso consultivo, es decir, “quién puede hacer una propuesta” en las áreas marítimas protegidas, y citó como posibles partes interesadas a pueblos indígenas u organismos regionales.
Más incluso, dijo que no está claro, pues sigue siendo objeto de discusión, “qué autoridad o institución” presidirá todo el proceso de propuestas y de toma de decisiones.
Por otra parte, Felson insistió en que el objetivo último de estas discusiones debe ser “democratizar la gobernanza de la alta mar” y hacer de todo ello un proceso lo más inclusivo posible.
En representación de la Alianza de la Alta Mar habló su “embajadora juvenil” Jihyun Lee, quien instó a los negociadores a trabajar por un texto que sea jurídicamente vinculante para enfrentar problemas como la sobrepesca y la contaminación marítima, que demuestran que “el agua nos pertenece a todos”.
“Aún podemos hacerlo, pero necesitamos ambición por parte de los países, no tenemos tiempo que perder, no podemos salir (de la ronda negociadora) sin un tratado robusto”, insistió en nombre de esta coalición de organizaciones no gubernamentales.
Las aguas consideradas “de alta mar” son las que se sitúan más allá de las aguas territoriales de cada país, y suponen dos tercios de la superficie de los océanos; en el mejor de los casos, los negociadores en esta quinta y última ronda aspiran a un instrumento que permita proteger un 30 por ciento de estas aguas oceánicas para 2030.
Famosos dicen su sentir
Los hermanos Javier y Carlos Bardem, Alejandro Sanz, Alec Baldwin, Susan Sarandon y Jane Fonda figuran entre medio centenar de actores, artistas, escritores y activistas que este martes han reclamado a los gobiernos de todo el mundo un tratado internacional que proteja la alta mar y permita salvar los océanos.
En una carta hecha pública por Greenpeace, estas personalidades piden a los Estados miembros de la ONU un acuerdo “ambicioso” en las negociaciones que están celebrando en la sede de la organización y que se cerrarán el próximo viernes.
“El futuro de los océanos se decide esta semana en Naciones Unidas, donde los Gobiernos están negociando un nuevo Tratado Global de los Océanos. El resultado determinará el destino de nuestro planeta azul por siglos”, señalaron.
Además de los citados anteriormente, entre los firmantes aparecen las actrices Laura Dern, Helen Mirren y Rosanna Arquette; el director y productor de cine español Álvaro Longoria; y el empresario estadounidense Ted Turner.
En la carta, los firmantes subrayan la crisis que viven los mares como resultado de la pesca industrial o la minería en los fondos marinos, y defienden el objetivo de proteger al menos el 30 por ciento de la superficie de los océanos para 2030, tal y como se han comprometido a hacer decenas de Gobiernos.
Texto y fotos: EFE / Agencias