Salvador Castell-González
Los sismos y terremotos son un fenómeno geológico que nos impacta por su fuerza y poder destructivo, aunque no es algo que quisiéramos vivir en carne propia, y mucho menos uno de gran intensidad.
Existen especulaciones acerca de la posibilidad de predecir los sismos y terremotos, basándose principalmente en el efecto de la radiación emitida por el sol en algunos eventos extraordinarios, como las llamaradas solares.
Pero este tema lo discutiremos en otro día, incluyendo si es posible predecir un terremoto, vamos a analizar la información disponible acerca de los terremotos, y lo que se conoce acerca del trío amoroso que nos hace temblar: la luna, el sol y la tierra.
Se habla mucho de que la luna y las mareas provocan terremotos. Lo primero que debemos saber es que la luna no provoca terremotos, si así fuera, tendríamos terremotos de gran magnitud cada 14-15 días y esto no es así.
No obstante, se ha observado que el 70% de los terremotos a nivel mundial ocurren durante la luna llena o la luna nueva, y que a su paso por regiones sísmicas se detectan micro temblores de magnitud 1 o 2, como pasa en el Valle de California, Estados Unidos, sin embargo, la luna no tiene la fuerza de atracción necesaria para causar una ruptura mayor de las placas y, por consiguiente, un sismo de gran magnitud.
Por otro lado, sabemos que las mareas están controladas por la luna y el sol; aunque la fuerza de atracción del sol es mucho mayor que la de la luna, éste se encuentra muy lejos de la tierra, por lo que la luna es la fuerza de atracción que domina. Esta fuerza de atracción atrae las masas de agua y ocasiona que el agua se acumule en las regiones por donde la luna está pasando. Este efecto es mayor en luna nueva y luna llena, ambos momentos en que la luna se encuentra alineada con el sol y la tierra, combinando sus fuerzas de atracción y, por lo tanto, teniendo mayor efecto en las latitudes medias (cercanas al ecuador), donde pasa la órbita de la luna.
Esta gran cantidad de agua acumulada durante las mareas vivas tiene una masa y, por lo tanto, un peso que ejerce presión sobre la corteza al ser atraídos por la gravedad terrestre. Esto es un factor que se suma a otros y que puede favorecer el aumento de intensidad de los terremotos, principalmente si la placa en la que se ejerce presión es una placa en subducción (que se sumerge por debajo de otra placa).
Algo que es importante decir es que la predicción de terremotos hoy no es una posibilidad, hay factores asociados como la luna y las mareas, pero son solo una parte del a ecuación.
Por otro lado, tenemos que al año hay al menos 24 eventos de marea viva y entre 60 – 200 eventos solares por año. Si así fuera tendríamos una cantidad mucho mayor de terremotos de magnitud alta.
Asimismo, la posibilidad de que existan terremotos en una misma fecha son, aunque parezca increíble una posibilidad real. Sigamos fortaleciendo una practica de prevención y cuidemos nuestros planeta.