El paso del huracán Ian por Florida, EU, dejó un sendero de destrucción, en especial en el suroeste y centro de este sureño estado, donde hay más de 2.6 millones de personas sin energía, miles continúan atrapados en sus domicilios inundados de agua, algunas carreteras están intransitables y las autoridades hablan de dos posibles muertos.
“Nos aplastó“, confesó al programa “Good Morning America” de la cadena ABC el alguacil del condado Lee, Carmine Marceno, quien adelantó que las muertes se contarán por “centenares”, una aseveración que luego fue matizada por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que se refirió a dos posibles decesos.
“Hemos tenido dos muertes no confirmadas, en el sentido de que no sabemos si están relacionadas con la tormenta. Nuestra suposición es que probablemente lo sean”, dijo DeSantis en una rueda de prensa ofrecida en Tallahassee, la capital del estado, donde señaló que todavía es prematuro dar un primer recuento oficial de víctimas mortales.
Una de esas posibles víctimas es un hombre de 72 años de la localidad de Deltona, al noreste de Orlando, quien pereció la madrugada de este jueves tras caer a un canal mientras vaciaba su piscina en medio de la intensa lluvia, según informó la Policía del condado de Volusia, en el centro de Florida.
En el condado Lee, donde se asienta Fort Myers y la zona del impacto de Ian, las carreteras y los puentes siguen intransitables, manteniendo a miles de personas atrapadas en sus domicilios y, los que no han perdido la conexión, piden ayuda al teléfono de emergencia 911, algunos de los cuales están siendo rescatados con helicópteros.
La carretera elevada que conecta Fort Myers con la isla de Sanibel, hogar de más de seis mil personas, ha quedado partida en dos y con varios tramos destrozados a causa del impacto de Ian, que se ha degradado a tormenta tropical.
Texto y foto: Agencias