Crea un negocio con la receta de tabletas de chocolate de su mamá

El negocio nació hace 4 años y se ha ganado el gusto de la gente por su variedad de sabores, como la chocorchata

Al nacer su tercer hijo, el camillero Carlos Robles Calderón se dio cuenta de que necesitaba tener otro trabajo, por lo que recordó que su mamá Socorro Calderón elaboraba tabletas de chocolate, así que comenzó a realizarlas y fue así como fundó el negocio de Chocolates Artesanales Romy, que ahora cuenta con varios sabores y hasta su actual estrella: la chocorchata.

En entrevista con Peninsular Punto Medio, indicó que el negocio tiene cuatro años y también influyó que su hijo, debido a que tenía una deficiencia con una hormona, requiere de una alimentación muy saludable y esto lo consideró para sus tabletas, que las comenzó vendiendo en el hospital donde trabaja y meses después llegó hasta la Feria Xmatkuil.

Explicó que inició con la tableta tradicional de azúcar y con el paso del tiempo comenzó a aumentar los sabores, fue así como hizo la tableta amarga-café, semiamarga, chocolate endulzado con Stevia y chocolate con café y Stevia.

“Con excepción de la de azúcar el 90% son cacao, no tienen harina ni conservadores y pueden tardar hasta 2 años en casa”, explicó.

También ofrecen pinole con cacao, chocoavena, chocolate en polvo, incluso hasta el mismo grano de cacao pelado.

Agregó que para ello estuvo viendo recetas en YouTube, que le amplió el panorama y le dio más tips para las porciones.

Sobre la incorporación a la Feria Xmatkuil, comentó que el Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya del Estado de Yucatán (Indemaya) le hizo la invitación ya que entre sus expositores artesanos no tenía a alguien que venda chocolate, así que lo invitó y allí tuvo un buen despegue.

Aunque fue debut y despedida de la feria, pues luego vino la pandemia y no se ha vuelto a realizar.

“Fue muy duro el covid, estaba programado para un evento en Ciudad de México y se suspendió y había preparado bastante que debido a que no usé conservadores se perdió. Esto me obligó a mejorar el empaque, CdMx es un excelente lugar para exponer, se compra mucho lo que llevamos”, abundó.

A Carlos le gusta experimentar sabores y fue así que quiso hacer una tableta de chocolate que se combine con algo sin que se caliente, y se dio cuenta que la horchata era la ideal. Fue así como surgió la chocorchata, que lo pide mucho la gente.

Al principio le explicaba a la gente la manera en que iba a realizar la combinación, que compren la horchata de su preferencia, pero le dijeron que les parecía muy complicado y le sugirieron que mejor lo haga y ellos ya sólo lo van preparar, como si fuera una horchata.

Fue así que me tuve que animar para elaborar horchatas, que es muy complicado el arroz, además son más insumos que tiene que estar manejando, pero hemos conseguido una buena horchata, que tiene nuestro plus”, dijo.

Su creatividad hizo que le agregue café a la horchata, con licor de Xtabentún y licor de café, con bebidas frías.

En época de Fieles Difuntos se vende muy bien el chocolate, incluso escasea y ahora ya sabe cómo prepararse.

“Se trae de Tabasco y piden determinada cantidad para venderte en esta época y es demasiado, por lo que ahora me prevengo, le aprende uno”, expresó.

En los altares se acostumbra a poner el chocolate humeante y espumoso que tanto gustaban a los que se han adelantado al descanso eterno que acompañaban con sus tutis, conchas, panes de leche o hasta con galletas.

Un producto que comenzó a manejar, pero lo dejó porque está mejorando su calida, es una crema de chocolate tipo Nutella, el problema es que no usa conservadores y le salía moho.

Respecto al nombre, señaló que es el Registro Federal de Contribuyentes de su hijo (Robles Muñoz Yerik/Romy), y para las personas que quieran adquirir sus productos pueden hablar al celular 9997 38 87 38, a las redes sociales chocolatesromy2@gmail.com, chocolatesartesanalesRomy y el negocio está ubicado en el predio marcado con el número 311 A de la calle 58 por 157 de la colonia San José Tecoh Sur.

Texto y fotos: Darwin Ail / Cortesía