Renán Solís aspira a la rectoría de la Uady con proyectos en infraestructura y seguridad social

En 1994 ingresó a la Universidad Autónoma de Yucatán, adscrito a la Facultad de Derecho, donde se ha desempeñado como profesor de Derecho Procesal del Trabajo y Metodología Jurídica, y de Amparo, además de que fue su director. Hablamos de Renán Solís Sánchez, quien desde hace 16 años es el abogado general de la Uady y quien ahora, ante la complicada situación económica por la que atraviesa la institución, ha decidido buscar la rectoría, como un ejercicio de responsabilidad y agradecimiento por la formación obtenida desde preparatoria, licenciatura y posgrado.

“Con 22 años en cargos directivos he visto diversos problemas y he participado en la solución de algunos, y lo más cómodo era regresar a la Facultad a esperar un tiempo prudente para solicitar mi jubilación y dedicarme a mis actividades privadas, pero es algo irresponsable, es como dejar a su suerte a un cónyuge que después de 30 años se enferma y requiere medicamentos de control y luego tras una enfermedad catastrófica, ¿usted la abandonaría?”, preguntó el abogado Solís Sánchez, quien en entrevista concedida a Peninsular Punto Medio recordó que durante su niñez y adolescencia pensaba estudiar la carrera de Ingeniería Civil, pero estando en la preparatoria surgió la oportunidad de acompañar por las tardes a su padre, el entonces diputado Renán Solís Avilés, en sus recorridos por las colonias de su distrito.

Mucha gente de escasos recursos abordaba a su padre, que también fue un brillante abogado, diversos problemas de carácter jurídico y éste encargó a su hijo darles acompañamiento, y fue así que el joven Renán recorría ministerios públicos y juzgados, y entonces, despertó en él su verdadera vocación, y estudio derecho.

“Sigo el ejemplo de servicio de mi padre, y muchas veces me he preguntado qué haría él si hoy estuviera en mi lugar y estoy seguro de que hubiera tomado la misma decisión y por eso ya he visitado  todas las facultades y escuelas, incluyendo a sectores como sindicatos, jubilados y pensionados y he sentido el respaldo de la comunidad universitaria”, dijo satisfecho el abogado, quien recordó que en la elección que se realizará el próximo 10 de noviembre tienen derecho a voto los integrantes del Consejo Universitario, es decir, el de los directores de escuelas y facultades, y de sus consejeros alumnos y maestros, 51 en total más el del rector.

En estos encuentros, con la comunidad universitaria, Solís Sánchez comentó que ha encontrado gran coincidencia en cuanto a los temas referentes al modelo educativo y académico, y que en el caso de los trabajadores y docentes han externado inquietud por los problemas estructurales por los que derivado de los recortes presupuestales atraviesa la institución.

“Nos referimos a temas como la jubilación y servicio médico, a esto me refería al hacer el símil de las enfermedades catastróficas, ya que todos se preguntan qué va a pasar si hay más recortes o si en un momento se dejan de enviar recursos”, explicó el actual abogado general, quien reveló que en estos momentos hay trabajadores con 20 o 30 años de servicio que no tienen base.

“Lo que va a pasar con ellos es que, cuando decidan ya no seguir trabajando o, peor aún, que no puedan, se van a ir sin ninguna jubilación o pensión y sin ningún tema de  seguridad social. Esto es legal, porque no generaron antigüedad, pero no es justo, y es inmoral, por ello hay que buscar alternativas para que si no se les puede basificar se retiren con una alternativa de pensión”, señaló convencido Solís Sánchez y agregó que la SEP debe reconocer las bases, pero esto no ha sido posible con los recortes presupuestales brutales.

“Las universidades públicas tienen menos recursos para hacer frente a esta situación que no es privativa de la Uady”, indicó el entrevistado y recalcó que, de ganar la rectoría, pondrá en marcha actividades para generar recursos propios y hacer frente a las necesidades que tiene la Universidad.

“Es un reto para todas las universidades públicas autónomas conseguir recursos para seguir con la vida universitaria y cumplir con sus obligaciones, tenemos contratos colectivos de trabajo y hay que hacerle frente a todo lo pactado y cumplir con impartir educación de calidad, y en este sentido, no nos podemos quedar de brazos cruzados, hay un problema económico al frente,  pero esto no implica que la Universidad deba detenerse”, expresó

“Hay que pensar de manera distinta, actuar de manera diferente, ya pasó el tiempo de esperar recursos, tenemos que crear empresas universitarias y atender  aspectos de educación continua como impartir cursos de actualización, seminarios diplomados para generar recursos, además de hacer rifas y sorteos”, declaró y agregó sobre la necesidad de que en la unidad que se encuentra en Tizimín se amplíe la oferta educativa, que albergue más licenciaturas y que se tenga un campus, sobre todo con educación continua, es decir, ofrecer diplomados para ganaderos y productores

Y finalmente, habló de una propuesta que ha repetido siempre: Contar con una Unidad Académica en Motul, tierra de Felipe Carrillo Puerto, fundador de la Universidad Nacional del Sureste de México, y que en su momento se le llamó Motul de Cepeda Peraza, igual  fundador del Instituto Literario, en 1867, ambos antecedentes de la actual Universidad Autónoma de Yucatán.

“La Universidad tiene que estar presente en Motul, faltan recursos, pero hay que buscar los mecanismos para hacerlo”, finalizó Solís Sánchez.

Texto y foto: Manuel Pool