En el cementerio general, ante alrededor de mil personas, el obispo auxiliar de Yucatán, monseñor Pedro de Jesús Mena Díaz, destacó que la Eucaristía es la mejor ofrenda que se le puede hacer a nuestros difuntos para mantener la esperanza de que serán partícipes del Reino de los Cielos.
“En la misa con nuestra participación en la Eucaristía y nuestra oración como Iglesia, pedimos que el señor tenga misericordia de nuestros difuntos y que también alcancen la vida eterna, porque es el mismo Jesucristo que se hace presente en ese banquete que anticipa su muerte y resurrección, el que come mi carne y bebe mi sangre vivirá para siempre”, recalcó.
En este sentido, Monseñor Mena Díaz, dijo que el Janal Pixán, es un banquete con el que recordamos a nuestros difuntos, con lo que les gustaba y recordó cómo su madre colocaba en la mesa de los santos la ofrenda para su abuelita, un plato de comida frente a su retrato, entonces él era un niño y vivía en la Colonia Yucatán, en Tizimín.
“La comida, las flores, las velas son signos de vida que tenemos que seguir manteniendo con esa pureza, porque creemos en la vida eterna”, subrayó Monseñor Mena Díaz quien indicó que lamentablemente el Halloween es todo lo contrario.
“Es una tristeza que estemos promoviendo algo que contradice nuestra fe en la vida eterna, que nos habla de otra realidad que es terrorífica, sin esperanza. Puede ser que se vea como carnaval, como cosa pasajera, ojalá que así sea”, apuntó.
Texto y Foto: Manuel Pool