Urgen más centros psiquiátricos

Por recortes presupuestales es probable que se reduzcan programas preventivos, lo que ha propiciado que Yucatán retorne a los primeros lugares en suicidios

Los recortes presupuestales en salud del Gobierno federal influyeron para que los suicidios en el estado vayan en ascenso y, por ende, desde hace algunos meses la entidad ocupa nuevamente el nada honroso segundo lugar a nivel nacional en casos, señalaron el fundador de la Asociación Yucateca de Desarrollo Humano y Académico, Ángel Ildefonso Patrón Caamal, y la especialista en Psicología y doctora en Educación, Deyanira Trinidad Álvarez Villajuana.

Patrón Caamal explicó que el panorama cada año aumenta de manera significativa, pues se rebasa la cifra del año anterior. Así, en este 2022 cada 36 horas existe posibilidad de que algún yucateco o yucateca atente contra de su vida.

Consideró que el panorama es alarmante y recordó que en 2021 fueron más de 240 suicidios y es probable que para la fecha actual se haya rebasado esta cifra.

Asimismo, dijo que este último trimestre es lo más complejo, pues las fechas conmemorativas a los Fieles Difuntos tienen característica de melancolía, de nostalgia y recordatorio a los familiares y luego, durante las fiestas decembrinas hay personas que atraviesan por problemas económicos y de otra índole. “Evidentemente se incrementa con las compras, de las expectativas, gastos, si no tienes felicidad y la sociedad te exige que la tengas, todo esto puede propiciar que las personas tomen decisiones fatales”, comentó.

Dijo que urge contar con más hospitales psiquiátricos, pues sólo se tiene uno y no es suficiente para atender la demanda. “¿Cuántas clínicas hay en la entidad y sólo una para salud mental? También se requieren de programas preventivos, como las líneas de atención telefónica de 24 horas, que en los hospitales existan consultorios de atención”, apuntó.

Agregó que existe una gran cantidad de psicólogos que no tienen oportunidad de empleo, pero que esta situación podría abatirse. “La salud psicológica no es un acceso gratuito, hay que apostarle y que también hay que fortalecer a instituciones como Salvemos una Vida”, mencionó.

Consultas aumentan un 85%

Sobre el aumento de la depresión, dijo que las consultas en febrero se incrementaron en un 85% en su agrupación, en donde trabajan varios psicólogos, quienes atendieron a 122 personas, y los siguientes meses ha estado entre 90 a 100 pacientes, cuando por lo regular en años anteriores tenían de 50 a 60.

Explicó que durante la pandemia los hospitales públicos dejaron de prestar estos servicios y los privados cubrieron esa atención.

“También esto es alarmante porque nosotros no reportamos los casos y las estadísticas que se toman son sólo de clínicas públicas. Esto propicia que el problema no se dimensione con exactitud”, mencionó.

Lamentó que aún existe el estigma de que un profesional de la salud sea psicólogo (a) o que el psiquiatra es para locos. “La gente tiene esa concepción y aunado las pérdidas económicas, pérdidas familiares, se perdieron redes de apoyo para hacer frente a esta adversidad”, anotó.

Explicó que no todos pueden pagar una consulta y esto complica la situación de quien no puede cubrir económicamente su tratamiento, lo que vuelve más peligroso el asunto.

El entrevistado recordó que la Organización Mundial de la Salud pide que se invierta el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) en salud, pero a nivel nacional no se aplica ni el 2%; sólo en el 2013 se invertía el 0.8 por ciento.

No hay capacidad

Señaló que la medicina institucional, con solamente un hospital para la salud mental, no tiene la capacidad para atender a todos. 

“Te dan una cita para octubre y consultas a diciembre, se les dan sus medicinas para que se autoadministre, pero si no tiene el monitoreo o no tiene la familia para comprender el problema, puede realizar un abuso inadecuado de las sustancias”, anotó.

De igual forma dijo que los habitantes del interior del Estado son más vulnerables a este flagelo, ya que, desafortunadamente, al tener menos factores protectores, el problema tiene mayor incidencia.

“Se llama factores protectores a todo aquello que evita que una persona pueda caer en una crisis, por ejemplo, de acceso de salud pública. ¿Qué tan fácil para mí es ir a un hospital? La educación es otro factor protector”, explicó.

Indicó que una persona que padece depresión suele dar señales. “Es un cuadro complejo no sólo tiene tristeza, hay personas que, al contrario, tienen una depresión enmascarada se muestra optimista, no tiene vínculos afectivos, se enfocan en el trabajo, es muy irritable y cambian sus emociones”.

Síntomas

Aclaró que también hay casos de personas impulsivas a las que les gusta mucho la adrenalina, la aventura y no tienen miedo a morir. “Es un elemento común denominador, puede manejar a altas velocidades, muestra conductas altaneras, aparenta seguridad y no dimensiona el riesgo que puede tener”, destacó.

Calificó como un mito común que la persona que habla de quitarse la vida, sólo lo hace para llamar la atención, sin embargo, hay que actuar de manera inmediata. También hay casos en los que la persona toma esa decisión porque padece una enfermedad crónica como cáncer o alguna de transmisión sexual.

“Otra característica es que tiene una angustia o dolor crónico, la persona ha intentado salir de este dolor emocional por alguna ruptura de pareja, de la pérdida de trabajo; el panorama general le causa un abatimiento o un sufrimiento, empieza a deteriorarse más, ya no rinde en el trabajo, falta al trabajo, baja de peso, poco aseo personal, la mirada, el tono de voz, pero de repente tiene un cambio favorable y es curioso deja de sufrir porque ya tomó la decisión, empieza a despedirse regala sus cosas, agradecen a las personas, incluso dicen que se van de viaje. Hay alternativas para ayudar a las personas”, refirió.

Exhortó a formar redes de apoyo dentro de la familia y ser explícitos en la comunicación en el apoyo emocional. “Hay que aprender a escuchar y no juzgar”, externó.

Dos tipos de depresiones

Por su parte, Álvarez Villajuana manifestó que hay dos tipos de depresiones: la exógena y endógena. La primera es por cuestiones ambientales y la otra, por la regulación de neurotransmisores, entre ellos la serotonina, principales en cuestiones de trastornos.

La también columnista de Peninsular Punto Medio afirmó que existe otra variable, que es la distimia, parte leve del trastorno bipolar, tipo 1 y 2, tiene distorsiones de pensamiento hay que diagnosticarlos con precisión y se requiere acudir al especialista.

Se requiere más inversión en salud mental

“La salud, de acuerdo a la OMS, no está considerada únicamente como ausencia de enfermedad, sino como un estado de bienestar, la persona pueda disfrutar cada etapa de su vida, la académica, la laboral, la personal, la familiar es importante. Las estrategias son intentos buenos, pero no suficientes, debe haber mayor inversión”, resaltó.

Para mayores informes pueden llamar a los celulares de los especialistas Patrón Caamal 9991 39 74 74 y Álvarez Villajuana, 9991 20 66 69.

Texto:  Darwin Ail Baeza

Fotos: Cortesía