La ranita “grillo” (Tlalocohyla picta), es el anfibio más pequeño de la Península de Yucatán, midiendo poco más de 2 cm cuando son adultas, en esta especie las hembras son más grandes que los machos. Su cabeza es grande, aplanada, sus ojos son saltones, su cuerpo es esbelto, sus extremidades son largas y delgadas.
Sus dedos son largos y terminan en un disco adhesivo, el cual le facilita para trepar en las ramas y hojas de los árboles, su coloración es principalmente amarillo o naranja amarillento con manchas y puntos oscuros en el dorso.
La principal característica es una línea de color crema (aunque puede ser café o rojiza) que parte de la punta del hocico, cruza el ojo y continúa por los costados del cuerpo.
Es una especie nocturna y principalmente arborícolas, aunque es común verla en la vegetación herbácea que rodea cuerpos de aguas superficiales como lagunas y aguadas.
La ranita “grillo”, se alimenta de pequeños insectos y es completamente inofensiva para las personas.
La podrás encontrar en el país desde San Luis Potosí y Querétaro hasta Honduras, en Centroamérica. En la Península de Yucatán su distribución se limita al centro y sur de Campeche, en Quintana Roo, y parte de la región oriente de Yucatán.
Hasta ahora, no está incluida en alguna categoría de riesgo de en la legislación mexicana (NOM-059-SEMARNAT-2010) y se considera en preocupación menor en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la IUCN.
Sin embargo, esta especie se encuentra amenazada por la deforestación y destrucción de su hábitat, el calentamiento global que genera menos lluvias, y por enfermedades infecciosas emergentes.