A propuesta de México, la COP19 de CITES aprobó por consenso incluir en el Apéndice II, las tortugas de agua dulce, chopontil (Claudius angustatus), tres lomos (Staurotypus triporcatus and S. salvinii), y 19 especies de casquito (Kinosternon), con el fin de frenar el tráfico ilegal y que su comercio internacional sea sustentable, legal y trazable.
De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad (Conabio), estas tortugas dulceacuícolas se encuentran entre las más decomisadas de los últimos años en nuestro país.
La tortuga chopontil tiene distribución en Belice, Guatemala y México, donde las poblaciones se encuentran diezmadas, principalmente en Veracruz, por sobreexplotación, pérdida de hábitat y contaminación petroquímica.
La tortuga tres lomos, es originaria de Belice, El Salvador, Guatemala, Honduras y México. Hay reportes de que en nuestro país la población se redujo en 90 por ciento, en los seis meses posteriores a que una nueva carretera permitiera el acceso a su hábitat.
Desde el año 2000, México ha exportado 24 mil 500 ejemplares de esta especie para el comercio de mascotas, la mayoría en la última década a China y Hong Kong.
En tanto, las tortugas casquito se pueden encontrar desde Estados Unidos y hasta Argentina, algunas especies tienen áreas de distribución restringidas; nueve variedades son endémicas de México.
Entre sus principales amenazas, está la colecta excesiva para el comercio de mascotas, pérdida de hábitat de los humedales, y el cambio climático que afecta la proporción de sexos dependiendo la temperatura.