Editorial de Peninsular Punto Medio

Perder a un ser querido y lejos es una tragedia.  Así lo reconoció el director del Indemaya, Eric Villanueva Mukul, aunque también dijo que a Yucatán nos va bien en esa estadística, que, de por sí, es terrible.

    Lógicamente, la muerte de una persona no es para alegrarse, pero el funcionario recalcó que son pocos los casos que nos tocan a los yucatecos en el extranjero, tal como paso hace unas semanas con una mujer de Oxkutzcab.

    Villanueva Mukul compartió en entrevista que los decesos de yucatecos son mínimos, a diferencia de lo que ocurre con otras entidades.

    “En este año han sido muy pocos, en realidad, a Yucatán le va relativamente bien con ese tema. Un fallecimiento es un fallecimiento y hay que lamentarlo, pero Yucatán no es un lugar que nos va peor que otros estados que, lamentablemente, les ocurren con más frecuencia”, dijo a los medios de comunicación presentes ayer en una feria de artesanos en el parque de Santa Ana.

      El funcionario señaló que en este 2022 se apoyó a cuatro personas que han sido repatriadas desde Estados Unidos, luego de un complicado procedimiento, que genera que la familia del fallecido tenga que pagar hasta 160 mil pesos por el traslado.

   ¿Cómo se ayuda? Además de aportar una parte del recurso, se brinda asesoría a los familiares para retornar el cuerpo de la persona que fallece, ya sea por intentar cruzar la frontera o que se encuentre establecido en algún sitio donde habitan los miles de paisanos.

      “No solo a los que intentan cruzar, sino a los que ya están allá, finalmente, hablamos de un universo de 200, 250 mil ya es una pequeña ciudad, más grande que Valladolid y más grande que Kanasín. Les aportamos una cantidad muy pequeña y también depende de cada circunstancia que se dé el fallecimiento”, explicó. Ninguna muerte es fácil para los familiares, pero más si es en el extranjero, así que cualquier ayuda es valiosa. ¿No cree usted?