Resaltan labor del apostolado para evangelizar a los presos y de brindar ayudar a pobres

El arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, resaltó que, a propósito de la cárcel donde estuvo Juan “El Bautista”, elogió a toda la gente que nos acompañará durante estos días cercanos a la Navidad, para encontrar a Jesús en la persona de cada preso.

En la misa que celebró en la Catedral de San Ildefonso, dijo que esto es uno de los apostolados más valiosos en toda diócesis, y el día 24 de diciembre no les faltará su celebración eucarística a estos hermanos nuestros. “También saludo a los que en estos días se mueven a visitar a los pobres y a los enfermos con muestras de solidaridad cristiana, y por supuesto, a los que visitan a los niños pobres”, afirmó.

Dijo que este lunes celebraremos la solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe. “Lejos de apartarnos con estas fiestas marianas del espíritu del Adviento, todo lo contrario; ya que contemplar la obra de Dios en María nos ayuda, pues nadie como ella vivió la espera de la llegada del Salvador. Con María aprendemos a esperar. María inmaculada desde su concepción nos muestra como el Señor iba preparando el templo donde se habría de encarnar. Santa María de Guadalupe, aparece embarazada, pues trae al Mesías en su vientre, para que sea recibido por el nuevo pueblo que estaba naciendo”. 

Explicó que en el 2023 se iniciará un novenario de años, para esperar la gran celebración de los 500 años de las apariciones de la Guadalupana en el Tepeyac. Esto a la vez nos irá disponiendo para seguirnos preparando a celebrar los primeros 2000 años de la redención realizada en Cristo.

Indicó que, por otra parte, ayer fue el domingo llamado “Gaudete”, cuando se enciende la vela rosa de la corona de Adviento, y la vestidura del sacerdote puede cambiar a color de rosa, porque es un día en el que la Iglesia nos invita a la alegría que proviene de la esperanza del Señor que ya viene.

Dijo que la alegría debe ser una nota característica de todo cristiano, y en este domingo se exalta el gozo de estar cercanos a recibir a quien vino desde lo alto, al vientre purísimo de la santísima Virgen.

Refirió que de hecho, por eso la primera lectura, tomada del profeta Isaías nos dice: “Regocíjate, yermo sediento. Que se alegre el desierto y se cubra de flores, que florezca como un campo de lirios, que se alegre y dé gritos de júbilo… Digan a los de corazón apocado: ¡Ánimo!… vendrán a Sion con cánticos de júbilo, coronados de perpetua alegría; serán su escolta el gozo y la dicha” (Is 35, 1-6. 10).

Texto y foto: Darwin Ail