Las posadas navideñas mexicanas arrancaron el viernes sin limitaciones tras dos años marcados por las restricciones sanitarias por el coronavirus, y se debaten entre la ilusión por retomar la tradición y las complicaciones impuestas por la inflación a la hora de las compras.
El icónico mercado de Jamaica, situado en la alcaldía Venustiano Carranza de la capital mexicana, está especializado en flores y plantas, pero cuando se acerca la época de posadas, nueve días antes de Navidad, piñatas de diversos colores, tamaños y formas abarrotan los pasillos.
Ahí, compradores y vendedores expusieron que pese a que existen ganas de retomar las posadas y sus tradiciones, el alza de los precios reduce las compras navideñas.
Maricela Rivera, clienta del mercado, aseguró que piensa seguir celebrando la tradición con normalidad, pero con un grupo más reducido de allegados.
No como antes, que tratabas de invitar a más gente. Ya no puedes asumir tantos gastos aunque quieras”, incidió.
Su acompañante, Gael Rivera, añadió que pese a los altos precios, la gente “ansía volver a la normalidad” tras la pandemia y reunirse “con la familia y todas las tradiciones”.
Mientras que Claudia Medina, quien compró una piñata y un pino navideño, dijo estar alegre ante la expectativa de volver a celebrar las posadas “con ponche y buena música”.
“Estamos desatados, queremos festejar de todas las maneras a las que estábamos acostumbrados.
La inflación ahorita se nos está olvidando, queremos disfrutar estas fechas y compartir con nuestras familias, porque en una de estas nos vuelven a encerrar”, subrayó.
Sin embargo, muchas posadas han pasado de tener un significado religioso a ser una excusa más para reunirse y festejar con los seres queridos.
Todo se ha convertido en reuniones y tomar (alcohol). Sería muy padre (bueno) regresar a lo tradicional”, lamentó Maricela Rivera.
En la misma línea, Claudia Medina pidió mantener unas tradiciones que son “bonitas e importantes para el país”.
Hasta las piñatas han cambiado: en el mercado de Jamaica, los tradicionales siete picos de colores comparten espacios con otras con formas de personajes de dibujos animados y superhéroes.
Las restricciones sanitarias de otros años ya no existen, pero fueron sustituidas por las limitaciones económicas provocadas por la inflación, que en noviembre alcanzó una tasa general anual de 7.8%.
Esto ha provocado, explicaron vendedores con su puesto en el mercado de Jamaica, que aunque haya muchos clientes, tengan menor poder adquisitivo.
Norma Lara Moreno indicó que elevó cerca de un 30% el precio de sus piñatas, que ahora cuestan hasta 600 pesos.