Cuidados de la flor de Nochebuena para alargar su duración estas fechas

La flor necesita buena luz, pero no directo al Sol, hay que evitar los emplazamientos fríos y las corrientes de aire

A tan solo dos días de la llegada la Navidad, las calles ya están decoradas con cientos de luces parpadeando, muchas casas tienen su árbol decorado y otras tienen la flor de Nochebuena adornando mesas, jardines y esquinas. ¿Sabías que esta hermosa flor es muy típica en esta época por su origen? Aquí contamos su procedencia y algunos consejos para cuidarla bien.

La conocida también como Euphorbia pulcherrima (así se conoce en latín), flor de Pascua o Poinsettia es endémica de nuestro bello de México, y también florece de manera abundante en Guatemala y América Central, esta es la flor por excelencia de la Navidad. Como su origen es de latitudes tropicales, la flor de Navidad necesita humedad y unos cuidados especiales.

Antiguamente tenía un importante simbolismo para la cultura azteca, se utilizaba como remedio medicinal y a su vez para ofrecérsela a sus Dioses. Años más tarde, en el siglo XVI, ya se comenzaron a encontrar en las fiestas navideñas. Sin embargo, no fue hasta 1825 y 1829 cuando Joel Roberts Poinsett (embajador de Estados Unidos en México) recogió esquejes y comenzó a cultivarla. De esa manera la llevó a Estados Unidos y se internacionalizó.

Aunque la flor de Pascua es una planta de la temporada de otoño e invierno, su origen es tropical. En México, por ejemplo, el clima es muy variado. El trópico de Cáncer, divide al país en dos grandes zonas climáticas: la zona templada y la zona tropical, de donde surge la flor de Pascua.

En la zona tropical de México el clima es bastante constante todo el año y cálido, variando únicamente en función de su altura. Las precipitaciones son alimentadas por algunos eventos meteorológicos como los huracanes del Pacífico, Golfo de México y Mar Caribe, gracias a su ubicación cerca de la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT).

Una vez tengamos la Poinsettia en casa, hay que retirarle el plástico que la cubre, ya que la puede asfixiar. Luego, hay que evitar los emplazamientos fríos y las corrientes de aire, ya que suelen dañarlas y provocar la caída de las hojas. La flor de Pascua necesita buena luz, pero no directa del sol. Si la ponemos en un rincón oscuro, por muy ideal que quede, al cabo de unos días comenzará a marchitarse.

Entonces busca calor pero no la calefacción, pues también es dañina. La temperatura diurna de la casa tiene que rondar los 22 ºC y por la noche no tiene que bajar de los 15 ºC.

Si no recibe el agua necesaria sus hojas se marchitarán rápidamente, tanto por falto como por exceso. La cuestión fundamental es que “bebe” mucho, por ello lo ideal es sumergir la maceta en un cubo con algo de agua durante 15 minutos, esto unas dos veces por semana en la época de Navidad, momento de su floración, y en verano. En el resto del año con una vez semanal bastará. Además no se recomienda rociar agua sobre sus hojas.

Texto y fotos: EFE / Agencias