Detienen el proyecto de una planta de tratamiento de aguas residuales que espanta al turismo, ya que se debe ejecutar en temporada baja de visitantes
El alcalde de Valladolid, Alfredo Fernández Arceo, planeó con los pies al realizar una planta de agua de tratamientos residuales, que espantó el turismo en algunos hoteles, pero ahora, al detener la obra, afirmó que así estaba planeado originalmente y descartó presiones de los empresarios hoteleros.
No obstante, los pobladores señalaron que probablemente las quejas de los turisteros hicieron que el edil medio frene la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales, en el Bazar Municipal, para ver qué decisión tomarán. Aunque también consideraron que se le gastó el recurso, pero trascendió que el alcalde optó frenarla.
Lo peor es que se quejó de los hoteleros, a quienes les dijo que son unos contreras, con nada están conformes y demás argumentos de víctimas y que dejó en claro que, pese a esto, la obra continuará y que se detendrá unos días porque así estaba planeado.
Los hoteleros aseguraron que no están en contra de la obra porque se requiere el problema es que lo realizó en una temporada alta de huéspedes y esto debió ser en una baja, con lo que se demuestra que Fernández Arceo no planea bien las cosas.
Los trabajos son nocturnos, pero como se trata de excavación se utiliza maquinaria pesada que propicia mucho ruido que es molesto para los huéspedes.
La obra podría realizarse en tres meses por lo que alcanzaría hasta febrero que es la temporada de la feria por lo que es alta para los turisteros.
Actualmente, se requiere una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales para realizar la limpieza del agua usada y las residuales para que pueda ser devuelto de forma segura al medio ambiente, por lo que la obra se requiere, pero era muy arriesgado realizarlo en este período principalmente porque el sector turístico apenas se recupera económicamente.
Como se publicó hace unos días, también se observan daño en los equipos, como polvo en los comprensores de los aires acondicionados, el mal olor en todo el edificio del hotel y fétido ambiente en los restaurantes.
Además, el excesivo ruido que se genera en la noche y que se vive todo el día, ha originado que muchos huéspedes se retiren del hotel, con el consiguiente daño económico, pues piden el reembolso de lo pagado, dado que en muchas ocasiones sólo permanecen una noche y se retiran en busca de otra opción de hospedaje.
Entre los afectados se encuentra el Mesón del Marqués, único hotel con el distintivo “Tesoro de México”, que enfrenta serios daños por la obra que realiza el municipio, teniendo pérdidas económicas significativas.
Texto y fotos: Darwin Ail