Ante el rápido envejecimiento de la población global, la ONU pidió ayer tomar medidas para garantizar las pensiones y la atención sanitaria a las adultos mayores y promover una mayor igualdad.
Lo hizo en su Informe Social Mundial 2023, un amplio documento anual que en esta ocasión dedica a este asunto en concreto con el subtítulo “No dejar a nadie atrás en un mundo que envejece”.
Naciones Unidas recuerda que, según las previsiones demográficas, el número de personas de más de 65 años en todo el mundo pasará de 761 millones en 2021 a mil 600 millones en 2050.
El aumento de la esperanza de vida es generalizado en todo el mundo y en los próximos años se espera que África y Asia vean el crecimiento más rápido del número de personas mayores, acercándose progresivamente a la situación que ya se da en Europa o Norteamérica.
Por ello, argumenta, los derechos y el bienestar de los mayores debe situarse en el centro de las estrategias para lograr un futuro sostenible y en el que las necesidades de todos estén atendidas.
Esa nueva realidad requiere, según la ONU, medidas concretas para, entre otras cosas, hacer frente al creciente coste de las pensiones y de la sanidad.
El informe pide a los países que se replanteen los sistemas de protección social, incluidas las pensiones, para hacer frente al resto de mantener sus sostenibilidad fiscal y, al mismo tiempo, garantizar ingresos para todos los mayores, incluidos los que trabajaron en la economía informal.
“Un factor clave para extender la cobertura de las pensiones y garantizar que son adecuadas es la financiación. En la mayoría de países es posible aumentar los ingresos públicos sin intensificar la carga fiscal sobre los trabajadores de bajos ingresos o la clase media”, señalan los autores del análisis.
Texto y foto: Agencias