La nutrióloga Raquel Lobatón Shabot destaca que las dietas son una mentira, pues no solo no funcionan, sino que le hacen daño a nuestro cuerpo, pues el ser humano no ingiere lo que realmente necesita
Durante este mes de enero, y con el paso de las festividades decembrinas, uno de los principales propósitos de mujeres y hombres es cuidar la figura mediante dietas o regímenes alimentarios. Sin embargo, la nutrióloga Raquel Lobatón Shabot, no centrada en peso y antidietas, explicó que la cultura de las dietas diseñadas para perder peso es un sistema de creencias que lleva a la idea de que la salud es sinónimo de delgadez y la gordura, enfermedad.
Dijo que lo natural es no hacer dieta, pues los seres humanos nacemos con señales de hambre y saciedad, así como con la capacidad de autorregularse y tomar decisiones acertadas con respecto a nuestra alimentación.
“Es una mentira, retamos a las dietas (para perder peso) porque, primero que nada, no solo no funcionan, sino que hacen daño y está documentado. Si las dietas funcionaran, bastaría hacer una dieta en la vida”, explicó la experta.
Señaló que el 95% de las personas que hacen cualquier dieta restrictiva, recupera el peso en un periodo entre 2 a 5 años, y hasta con una recuperación de las dos terceras partes del peso que lograron bajar.
“Es por eso que señalamos que las dietas no funcionan, porque son estados de subalimentación. Las personas comen menos de lo que deben, ocasionando que pierdan peso de manera temporal, pero en este estado de subalimentación no se puede comer menos de lo que el cuerpo requiere y llega a ser insostenible”, anotó.
Sobre el tema de la recuperación del peso o “rebote”, apuntó que este es parte de un proceso natural, pues al romper esas dietas restrictivas, el cuerpo se encarga de regresar a su peso habitual o incluso mayor como medida de defensa ante la restricción.
“El cuerpo no entiende de estándares de belleza, no distingue entre una hambruna voluntaria y una real, pues nuestro cuerpo está diseñado para sobrevivir a una hambruna y se pone en modo de alerta”, aclaró.
Cuando hay una hambruna, aunque sea voluntaria, el cuerpo únicamente identifica que tiene que sobrevivir; por eso, cuando la comida vuelve, hace todo lo posible para garantizar la supervivencia, convirtiendo este proceso en un ciclo sin salida.
Recalcó que perder peso no es la manera de ganar salud y es importante que nos demos permiso de comer lo que queramos. Que es importante dejar de restringir los alimentos llamados “chatarra”, pues volverlos prohibidos es justo la razón que nos hace desear comerlos.
“Al hacer esto, poco a poco, las personas pueden darse cuenta que es un mito que solamente querrán comer estos alimentos, sino que esta obsesión llega precisamente con las prohibiciones”, aseguró.
Precisó que el proceso para reconectar con las señales de hambre y saciedad puede ser distinto para cada persona. Sin embargo, un primer paso sería dejar las dietas; estar más presentes a la hora de la comida, sin distractores para poner atención a lo que comemos.
“Es la cultura de las dietas la que nos llevó a desconectarnos de estas señales; cuando tú estás a dieta te hacen creer que no puedes confiar en tu hambre”, puntualizó.
La especialista en nutrición forma parte del Colectivo Nutriológicas, quienes se dedican a impartir su profesión con un enfoque alternativo de la salud, que no se centra en el peso y que también tiene una connotación de justicia social y lucha contra la gordofobia.
Por esa razón, y como parte de los festejos del día del nutriólogo, este viernes 27 de enero, a las 12 horas, participará en una charla magistral sobre el tema en la Universidad Anáhuac Mayab, en el foro cultural “Alejandro Gomory Aguilar”, la cual está abierta al público en general, registrándose mediante las redes sociales de la universidad.
Texto y fotos: Andrea Segura