El portugués António Vitorino, director general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), pidió que la guerra en Ucrania no deje que se olviden otras crisis humanitarias, como la provocada por el éxodo venezolano.
“Para nosotros es muy importante y comprensible la atención a la situación en Ucrania”, pero “que no nos haga olvidar que continúa habiendo en el mundo entero muchas otras crisis humanitarias que exigen apoyo y movilización” de la comunidad internacional, dijo Vitorino en el marco de una visita a Brasilia.
Entre esas otras crisis, afirmó que “claramente” se inscriben “la situación de Venezuela” y el impacto que tiene en casi toda América Latina, que impone “necesidades humanitarias urgentes”.
Citó que, actualmente, entre otros países, se calcula que hay unos 2.5 millones de migrantes venezolanos en Colombia, unos 1,7 millones en Perú, otros 400 mil en Brasil e igual número en Chile, y cerca de 700 mil en Ecuador, que ha recibido el mayor impacto per cápita, en función de su población.
Vitorino asoció de alguna manera la crisis venezolana a la dura situación que se registra desde hace más de dos años en las selvas del Darién, un inhóspito territorio que separa a Colombia de Panamá y se ha sido convertido en ruta para el tráfico de personas.
Explicó que, según datos de la OIM, en 2021 atravesaron el Darién unas 133 mil personas, número equivalente al que pasó por esa zona en los diez años anteriores, y que en 2022 esa cifra subió a cerca de 250 mil.
Según Vitorino, en torno al 60% de quienes arriesgan sus vidas en el Darién son venezolanos, a los que se han sumado migrantes de otros países, incluso del Caribe.
Texto y foto: EFE