La fachada del templo es sencilla, con arco de medio punto de piedra, flanqueado por pilastras dóricas, ventana coral enmarcada en piedra
Desde el 22 de enero comenzaron las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de la Candelaria, y a partir de hoy, con la misa de bendición de niños y velas, además de objetos de devoción, mañana en su día grande, el pequeño templo ubicado en la calle 64 por 67, en pleno centro de la capital yucateca, como cada año, será el destino de miles de fieles.
La historia de esta iglesia, que comenzó a construirse en el siglo XVII, y concluyó en 1706, como se observa en la inscripción que acompaña al arco de la entrada, es fascinante, pues resulta que en la época de la incursión de las tropas de Salvador Alvarado, fue el ingenio del sacerdote a cargo del templo que salvó de su destrucción el retablo que a la fecha se conserva.
Se trata de un retablo colonial de estilo barroco de madera tallada que forma tres cuerpos con columnas salomónicas con siete nichos de esculturas religiosas, ricamente ornamentado todo con motivos vegetales
La tradición oral cuenta que el párroco, al ver lo que ocurría, mandó colocar pintura muy corriente el retablo, de tal manera que pareciera que era una obra tallada en la piedra del muro, por lo que su destrucción implicaría la lenta y cansada demolición del muro. La artimaña dio resultado y el retablo se conservó.
Existen otra versión respecto a este hecho que señala que el religioso cubrió el retablo con una cortina y puso imágenes de santos al frente, en pedestales. Al parecer, los hombres de Alvarado entraron y destruyeron lo visible del templo, sin imaginar el tesoro que había detrás de la cortina, en el altar.
Con la jerarquía de ermita, este templo se construyó a expensas del maestre de la Catedral don Manuel Núñez de Matos, dotándola de mil quinientos pesos y una capellanía de ciento cincuenta pesos de renta anual.
La fachada del templo es sencilla, con arco de medio punto de piedra, flanqueado por pilastras dóricas, ventana coral enmarcada en piedra, y con el remate de la fachada con la clásica espadaña característica de la región.
Además de un algarrobo con una copa de alrededor de 20 metros de diámetro, en el atrio se encuentra un busto de mármol del insigne educador y filántropo Mons. Norberto Domínguez Elizalde, quien nació en Mérida el 5 de junio de 1832, y a quien el 24 de diciembre de 1877, S. E. Mons. Leandro Rodríguez de la Gala y Enríquez – XXXIII Obispo de Yucatán, lo nombra Canónigo de la S. I. Catedral. En 1833, el papa León XIII, lo designa Protonotario Apostólico, Prelado doméstico y Camarero de honor de Su Santidad.
Para hoy, las actividades inician con la misa de la bendición de niños y velas, a las nueve de la mañana, a las seis de la tarde y ocho de la noche y para mañana dos de febrero, Día de la Candelaria, a las seis se ofrecerán las tradicionales mañanitas y misas desde las siete y hasta las diez horas, además de una magna kermess.
Después de la misa solemne de once horas, al mediodía se realizará una procesión por calles aledañas a la iglesia, y por la tarde, a las 3, se ofrecerán eventos artísticos y misas a las 6, 7 y 8 de la noche.
Texto: Manuel Pool
Fotos: Cortesía