Desde la madrugada del domingo pasado, un camión reventó los cables de corriente eléctrica del local de la Fundación “La Felicidad Comienza”, ubicado en la calle 52 entre 55 y 53, y desde entonces los abuelitos que acuden a pasar el día al lugar atraviesan apuros porque, de entrada, sin energía eléctrica, se les echaron a perder medicamentos, carnes frías y otros productos que guardaban en el refrigerador.
El presidente de esta asociación de adultos mayores, Rafael Pinto Ontiveros, externó su preocupación y molestia con esta situación, ya que personal de la empresa de “clase mundial” le informó que no podían hacer la reconexión si no se cambiaba la instalación y se levantaba para evitar que, de nueva cuenta, ocurriera un incidente similar con camiones de gran altura.
“Me obligaron a poner la nueva mufa y todo se cambió en su totalidad, tal y como se solicitó desde el sábado, pero hasta la fecha no acuden a reparar la conexión, ya reportamos esta situación no una, sino más de 20 o 30 veces, y hasta hoy no tenemos luz”, dijo angustiado don Roberto, quien pidió a la compañía que se avoquen en atender su llamado.
En estos ya 11 días sin energía eléctrica, se perdieron chocolates, jamón, queso, leches, yogures, carnes y medicinas que los asistentes tenían en el refrigerador y que habían recibido para los abuelitos que llegan a la Fundación.
“No se vale que la Comisión Federal no tome cartas en el asunto, a pesar de todo aunque sea con calor los viejitos y viejitas no han querido dejar de venir, hemos hecho fiestas y con una grabadora de pilas siguen ensayando los bailes para su comparsa, mientras esperan solución al problema”, indicó Pinto Ontiveros, quien a través de las páginas de Peninsular Punto Medio quiere agradecer a todas las personas que se han comunicado con él para preguntarle si ya tienen luz y preguntan si necesitan de algún apoyo económico.
A esto, dice don Roberto, que no esta pidiendo ningún apoyo de carácter económico, pero sí que se atienda de manera urgente el tema de la reconexión eléctrica del local de la Fundación.
Texto y foto: Manuel Pool