Una vasta movilización se registró en el sur de la ciudad la mañana de ayer lunes 13 de febrero después de que se reportara la presencia de gas amoniaco en la colonia el Roble.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la Coordinación estatal de Protección Civil (Procivy) implementaron los protocolos correspondientes para la proteger la salud de la población, luego de reportarse el olor a esta sustancia, elementos de los servicios de emergencia de la SSP llegaron hasta el sitio para ofrecer atención a los ciudadanos y junto con personal de Procivy recorrieron la zona para detectar la fuente.
Como parte de dichos protocolos y para salvaguardar la salud de la comunidad educativa, alumnos de las escuelas Secundaria Técnica Número 57; las primarias Miguel Hidalgo y Costilla, Guadalupe Victoria, Amelga Moguel, Centenario del Ejército Mexicano y TUUMBEN K’IIN; así como los preescolares Gabriel García Márquez, Jesús Reyes Heroles, Luis Álvarez Barret, Rayitos de Sol, Margarita Maza de Juárez y MEJEN PUKSI’IK’AL, ubicadas en dicha colonia, fueron retirados de sus planteles y se suspendieron todo de tipo de actividades hasta nuevo aviso.
Las autoridades estatales reportaron que en total, 11 estudiantes fueron valorados por las molestias ocasionadas por respirar esta sustancia, pero no hubo la necesidad de trasladar a alguno al hospital. De igual manera en el sitio, paramédicos de la SSP atendieron a 2 mujeres adultas, una de 42 y otra de 38 años, las cuales presentaron algunas molestias y una de ellas requirió traslado a un nosocomio, por lo que fue llevada al Hospital General “Dr. Agustín O’Horán”
Por otro lado fuentes de la policía y de la secretaría de la defensa que acudió al establecimiento donde se logró detectar el origen de esta nube de gas considerado tóxico, el cual salió de una planta procesadora de alimentos de “Bachoco”, ubicada en la carretera Mérida-Ticimul, a unos 200 metros del Periférico de Mérida.
El personal de Protección Civil, de la SSP, e incluso del Ejército Mexicano, habrían constatado que no se trató de una fuga, si no de la liberación de gases que se realiza de manera constante en esa planta y cuyos sistemas industriales hacen de manera autónoma para evitar, precisamente, la acumulación de gas.
Explicaron que el problema, fue que las bajas temperaturas y la neblina evitaron que los gases se disipen en el ambiente y esto habría generado la nube de gas que llegó hasta la escuela, causando en estos puntos la presencia de personas afectadas con vómitos, náusea, dolor de cabeza y dificultad para respirar. Al paso de las horas, los gases “encapsulados” se habrían disipado en el ambiente por lo que, se supone, ya no existe riesgo para la población.
Texto y foto: Andrea Segura