Los germanos logran sobrevivir al huracán Mbappé y acorralan a las estrellas francesas
El Bayern Múnich agrandó la crisis del París Saint-Germain, dominado en el juego y en el marcador con un gol de Kingsley Coman en la ida de los octavos de final de la Champions League, condenado a una gran hazaña en la vuelta en Alemania para no comprometer su temporada.
Solo la salida de Kylian Mbappé, milagrosamente recuperado de su lesión una semana antes de lo previsto, pareció dar aliento a los franceses, que se pueden aferrar a la fuerza de su número siete para albergar esperanzas de clasificación.
El delantero francés revolucionó a su equipo, tuvo dos buenas ocasiones, marcó un gol anulado por el VAR por fuera de juego y permitió a Leo Messi tener una gran ocasión que desvió Benjamin Pavard.
La media hora de juego de Mbappé lavó la cara del equipo de Christophe Galtier, que había quedado sumergido en el juego del Bayern, imperial en la primera mitad con un dominio total, pero con poca puntería anotadora, que en el segundo tiempo logró un tanto y se encontró con un gran Gianlugi Donnarumma que evitó una humillación mayor.
Los germanos lograron sobrevivir al huracán Mbappé y llevarse del Parque de los Príncipes una victoria que les deja en buena situación para alcanzar los cuartos por décima vez en los últimos 11 años.
El Bayern salió con más ganas de llevarse el duelo, instaló la presión alta y se mudó al área de los franceses, donde transcurrió la mayor parte de la primera mitad.
Infatigables en la presión, los de Julian Nagelsmann obligaron al PSG a achicar agua con una asfixiante presión que dejó descolgados a Leo Messi y Neymar, desconectados del juego, lejos de la zona de peligro.
Con un incisivo Cancedo por la derecha y Coman por la izquierda, los germanos hicieron rondar el peligro en la portería de los locales, aunque les faltó acierto en el último tramo para merecer el tanto.
Chuopo-Moting tuvo alguna aproximación y Coman lo intentó desde lejos en el 25 demasiado fácil para Donnarumma, que tuvo que emplearse más en el 43 a un disparo de Kimmich que obligó a emplearse al meta italiano.
El PSG solo animó a su parroquia con alguna aceleración de Messi o Neymar, pero ambos estaban demasiado lejos de la zona de peligro y apenas inquietaron a la zaga germana. Con el tiempo cumplido para ir al descanso, Messi dispuso de una buena falta a 30 metros del área de Sommer, pero su disparo se estrelló en la barrera.
El Bayern se marcó al vestuario con nueve disparos a su favor y uno solo en contra, el peor primer tiempo ofensivo en Europa del PSG desde 2016.
A la salida de las duchas aceleraron los franceses, espoleados por la imagen de su líder Kylian Mbappé, que comenzaba a calentar, pero su esfuerzo quedó sumergido por el contragolpe del Bayern.
Alphonso Davies, que había sustituido a Cancedo en el descanso, sirvió al segundo palo para que Coman, con el interior del pie, lanzara a puerta y, con la complicidad de Donnarumma, abriera el marcador en el 53.
En otro resultado, un gol en los albores bastó para que el alicaído Milan superara 1-0 al Tottenham en lo que fue el primer partido de eliminación directa del conjunto italiano dentro de la Liga de Campeones en casi 10 años.
Brahim Díaz marcó a los siete minutos para que los Rossoneri cosecharan una tenue ventaja, que buscarán preservar en Londres, donde se realizará el cotejo de vuelta de octavos de final el 8 de marzo.
Texto y fotos: EFE / Agencias