Con un meliponario en Maní, una decena de mujeres mayas se gana la vida

Elizabeth Interián Monforte encabeza el meliponario Lolhá, en el Pueblo Mágico de Maní

Elizabeth Interián Monforte aprovechó que es heredera de la apicultura de la melipona, la abeja endémica que no tiene aguijón, y optó por, no sólo dedicarse a esta actividad en Maní, sino también poner el meliponario Lolhá, en ese Pueblo Mágico.

En entrevista para Peninsular Punto Medio, Interián Monforte indicó que su abuela, Sebastiana Uicab, le enseñó este tipo de apicultura, así como llevar a cabo ceremonias de agradecimiento, limpieza y sobadas.

Recordó que su abuela le enseñó que hay que ser agradecida con la naturaleza, ya que, así como las abejas nos proveen de miel, cera y propóleo, se tiene la obligación de devolverles a ellas: regresan al monte una pequeña cantidad de cera que producen.

Cuando Elizabeth era pequeña, muchas personas en Maní se dedicaban a esto, era común que en las casas alguien tenga colmenas y no necesariamente en un terreno retirado, pero luego se redujo notoriamente y se hizo el grupo.

Interián Monforte señaló que en el meliponario comenzaron 15 mujeres y que luego llegaron a seis, y actualmente son diez, además, se ha dado un ligero aumento de apicultores.

Refirió que esta abeja produce poco, pero lo que da está bien pagado, ya que cada colmena da medio litro de miel al año y el litro cuesta entre 1,800 a dos mil pesos.

Estas abejas sólo trabajan en flores de cítricos y de frutales como la huaya, por eso es muy nutritiva su miel. Son muy selectivas. La abeja reina, a diferencia de las de otras especies, no produce jalea real.

La apilcultora explicó que estas abejas son como los venados que únicamente comen hierba del monte, por eso su carne es muy rica.

Ella tiene 50 colmenas, por lo que su producción es de 20 litros al año.

“Las abejas viven de 60 a 70 días y la abeja reina como seis meses, y entre sus amenazas figuran las hormigas, la mosca vinagrera, la humedad, son muy delicadas, incluso hasta para manejarlas hay que tener cuidado, por ese motivo las mujeres son las idóneas para trabajarlas ya que la mano es menos tosca que la del varón”, explicó.

Dijo que las bolitas que tienen las colmenas son muy delicadas, se rompen con facilidad, y por eso es mejor las manos de las mujeres.

La cooperativa está integrada por: Rosaura Peraza, Flora María Chan, María Susana Canul, Adreína Torres, Fabiola Xool, Teresita Chan, María Antonia Chan, Florinda Balam y Minelia Interián.

Actualmente ofrecen polen a 2,700 pesos el kilogramo, que es multivitamínico para las alergias; la degustación de licor de propóleo a 60 pesos.

El meliponario está ubicado en la calle 20 por 23 y 25l en el barrio de la Candelaria en Maní. Para conocer la labor que realizan las abejas, incluso hasta para tocarlas, ya que no tienen aguijón, se puede acudir al lugar de 11 a 16 horas.

La entrevistada indicó que también celebran ceremonias de peticiones, de agradecimiento, limpias para alejar las malas vibras y sobaduras. Para mayores informes, al celular 9971 12 78 25.

Texto y fotos: Darwin Ali / Cortesía