Un sistema acuapónico vertical casero de bajo precio para cultivar verduras, hierbas y criar peces para una pequeña familia todo el año.
¿Qué es la acuaponía?
La finalidad de la acuaponía, es producir alimentos más frescos, inocuos y nutritivos de manera controlada, así como obtener dos productos mediante una única fuente de nitrógeno (alimentos y heces de peces).
Entre sus ventajas tenemos: se reutiliza el agua, lo que resulta muy útil en zonas donde la disponibilidad de esta es escasa. La fertilización es orgánica, ya que se realiza con la emulsión natural de los peces.
Impacto ambiental bajo, pues se reducen las tierras de cultivo necesarias para la producción de cultivos. No requiere uso de fertilizantes y pesticidas.
Ofrece la posibilidad de crear economías de autoconsumo o comunales, ya que puedes producir tus propias frutas y verduras de manera sostenible.
El cultivo de plantas y la cría de peces se benefician mutuamente con base en el principio de reciclaje de agua y aprovechamiento de nutrientes.
El proyecto de Sean Brady, muestra cómo hacer un sistema a partir de materiales reciclados que encontró. Para ello se requieren de tambos grandes que se cortarán a la mitad, así como otro que se le cortará una parte, ya que en este estará el agua y los peces y también se requieren de tubos de pvc.
¿Cómo funciona un sistema acuapónico vertical casero?
Una pequeña bomba extrae agua rica en nutrientes de la pecera y la sube a la parte superior de las columnas verticales.
El agua se desliza hacia abajo a través de las raíces de las plantas, recogiendo el oxígeno del aire mientras cae de nuevo en la pecera. Casi no genera residuos y, como no hay suelo, no hay necesidad de fertilizantes ni de pesticidas, además, si lo haces bien, no tendrás que limpiar mucho la pecera.
Tienes que reemplazar el agua perdida según sea necesario, alimentar la bomba y alimentar a los peces. Intenta criar grillos para alimentar a los peces. Puede que no sea muy difícil hacer funcionar una de estas bombas con un pequeño panel solar fotovoltaico, experimenta.
Texto: Darwin Ail
Fotos: Cortesía