Editorial de Peninsular Punto Medio

Al interior de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady)se ha establecido un debate, más bien una posición, en contra de la reforma que pretende elevar a rango constitucional la autonomía de la Máxima Casa de Estudios y generar cambios a su Ley Orgánica.

El rector Carlos Alberto Estrada Pinto ha dicho que no van a permitir que se vulnere la citada autonomía y, aunque ella se estableció en los 80 en el gobierno de Víctor Cervera Pacheco, sus argumentos se establecieron más atrás, al fundarse la propia Universidad Nacional del Sureste en el gobierno de Felipe Carrillo Puerto.

En el Decreto 16 de hace más de 100 años, en el Artículo 6to, se menciona que: “por primera y única vez y mientras se establecen las prácticas universitarias, el Rector de la Universidad y los Directores de las Facultades que comprenden la misma, serán nombrados por el Gobierno del Estado”.

Hay que mencionar que la iniciativa presentada ante el Congreso del Estado busca que la autonomía universitaria se eleve a rango constitucional y, como sabemos, la Constitución de Yucatán rige todas las leyes. Además, que se actualice la Ley Orgánica de la Uady. Todo parece que es en este renglón donde está la real oposición.

Así lo argumentó desde la tribuna el diputado Gaspar Quintal Parra: “La idea es elevar a la Uady como un órgano constitucionalmente autónomo y deje de ser un ente dependiente del Ejecutivo. De tal modo, la casa de estudios contará con un Capítulo en la Constitución de Yucatán en donde se le reconocerá dicha autonomía, como ha sucedido con otras instituciones educativas en cuatro estados del país”.

Este tema dará todavía mucho de qué hablar.