El arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, declaró que hoy es el domingo por excelencia, el más importante de todo el año para nosotros los cristianos. “Los próximos ocho días, hasta el domingo 16 celebraremos la octava de Resurrección, dentro de la cual cada día se festeja con la misma solemnidad que el día de hoy. Luego continuaremos hasta completar 50 días el 28 de mayo cerrando con la solemnidad de Pentecostés, al celebrar la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles”.
Indicó que luego, cada domingo será, como siempre, día del Señor, y cada Eucaristía será, como siempre también, memorial de la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesús.
Señaló que la primera lectura de hoy está tomada del libro de los Hechos de los Apóstoles, cuya lectura va a continuar día con día durante todo este tiempo de Pascua. Para quienes no han dado nunca una lectura sistemática a la Biblia, les recomienda comenzar por el Evangelio según San Lucas y luego por este libro de los Hechos de los Apóstoles.
Indicó que el libro de los Hechos de los Apóstoles es un libro abierto, en el sentido de que la vida de la Iglesia continúa desde entonces hasta nuestros días. Y el protagonista de esta historia es el mismo de siempre: no es Pedro, ni Esteban, ni Felipe, ni Pablo, ni ninguno de los Apóstoles, sino que el protagonista de la vida de la Iglesia es el Espíritu Santo, tercera Persona de la Santísima Trinidad, que va guiando a su Iglesia.
Señaló que es por eso que, la Iglesia, a pesar de todos los errores, pecados y escándalos de sus ministros y de todos los cristianos, sigue adelante sin que nada ni nadie la destruya, ni de adentro, ni de afuera, porque se siguen cumpliendo las promesas de Cristo: “Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (cf. Mt. 16, 18), y la otra cuando dijo: “Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo (cf. Mt. 28, 16-20).
Dijo que en el pasaje de hoy escuchamos uno de los primeros testimonios de San Pedro sobre nuestro Señor Jesucristo, diciendo que durante su ministerio pasó haciendo el bien, sanando a los oprimidos por el diablo.
Indicó que Pedro al inicio de su ministerio, Dios ungió a Jesús con el poder del Espíritu Santo. De hecho, la palabra “cristo” viene del griego y significa “ungido”. Jesús fue ungido no por un hombre, y no con un simple aceite, sino por el Espíritu Santo. Por eso unimos su nombre con su unción y le llamamos “Jesús-Cristo”, o “Jesucristo”.
Explicó que como cristiano, fuiste ungido en tu Bautismo también por el Espíritu Santo; el sacerdote o diácono fue sólo el ministro o representante de Dios y el crisma con el que te ungieron fue el signo sacramental que hizo presente al Espíritu. Y desde entonces eres otro cristo. En la Confirmación volviste a ser ungido para cumplir tu misión de cristiano. Y los sacerdotes volvemos a ser ungidos en nuestra ordenación.
Indicó que el próximo viernes 14 de abril, monseñor Mario Medina Balam será de nuevo ungido en su cabeza para ser constituido sucesor de los apóstoles, y ser dedicado como Obispo Auxiliar de Yucatán. Todo es fruto del poder del resucitado y de las gracias del Espíritu Santo.
Señaló que luego San Pedro da testimonio de la muerte y resurrección de Cristo, y de la misión de los discípulos de “predicar al pueblo y dar testimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos”. La herencia de ellos continúa en la Iglesia y ahora nos toca a nosotros dar ese testimonio.
Texto y foto: Darwin Ail