La familia ha unido esfuerzos desde hace años para seguir honrando la memoria del ídolo de México
Este sábado se cumplieron 66 años de la muerte del ídolo de México, Pedro Infante, y la familia Canto García una vez más unió esfuerzos para seguir honrando su memoria con un festival musical y la tradicional misa en la calle 54 por 87 del centro de la ciudad, en la esquina de la Socorrito.
Fue en el año de 1991 cuando esta familia tomó las riendas en la organización de este evento, que en esta ocasión contó una vez más con la presencia de Armando “El Torito” Infante, quien suma 27 años sin faltar a la cita, y del cantante Iván Díaz, quien llegó desde Hermosillo para la ocasión. Apenas finalizó la carrera atlética que reunió a más de 800 corredores, ya estaban listas en el patio de la familia cuatro latas de cochinita con las que se ofrecieron tortas a los asistentes, tanto al evento deportivo como a quienes los acompañaron en la misa y durante el festival musical.
El costo del tradicional desayuno es aportado por la familia Canto, quienes manifiestan su orgullo de continuar con este homenaje que inició su padre don Rubén Canto Sosa, quien se nos adelantó hace 14 años, pero tal y como él siempre lo quizo, sus hijos tomaron las riendas de este festival, con el que también honran su memoria año tras año.
Don Luis Canto García platicó con el equipo de Peninsular Medio y comentó que el predio marcado con el número 642 A de la calle 54 por 87 en pleno centro de la ciudad perteneció a su abuelo don Emilio Canto Ceballos. Fue su abuelita Doña Genoveva Sosa Pacheco quien vivió momentos de angustia al momento en el que el avión se desplomó a unos metros de la cocina de la casa.
Al respecto, Noé Canto García recordó que su abuelita les platicaba desde niños cómo ocurrieron los hechos aquel fatídico 15 de abril, cuando su casa se cimbró al igual que las casas vecinas que sufrieron daños materiales que la Empresa Transportes Aereos Mexicano, Tamsa se encargó de cubrir.
También nos platicó que de manera inicial era la Asociación Nacional de Actores (Anda), que en los años 60’s y 70’s organizaba el homenaje luctuoso a Pedro Infante pero por alguna razón se dejó de realizar, por lo que en el año de 1991 don Rubén Canto Sosa tomó la decisión de retomar este evento poniendo primeramente una placa de granito en la barda del predio donde ocurrió el accidente, y posteriormente un busto de bronce donde ayer se colocó la ofrenda floral respectiva.
Don Noé recuerda que en su niñez fue testigo de la visita de el conductor de televisión Luis Manuel Pelayo, que tenía entonces el programa “Sube Pelayo Sube”, y quién llegó para estar presente en un festival que se realizó en el monumento que existió en el espacio donde originalmente cayó el avión tetramotor carguero de Tamsa donde viajaba el ídolo de México Pedro Infante, y que lamentablemente cobró la vida de dos personas en tierra, la joven Ruth Rosel Chan y el niño Baltazar Martín Cruz, además de la tripulación integrada por el capitán Víctor Vidal y el mecánico Marciano Bautista.
La cuestión es que en este lugar de aquellos recuerdos trágicos, y del pesar por la muerte del artista, con el paso del tiempo se ha convertido en una tradición que es esperada por los vecinos del rumbo, que tienen la oportunidad de reencontrarse con sus recuerdos y anécdotas en torno a la presencia del ídolo de México en Mérida.
Texto y fotos: Manuel Pool