El expresidente de Perú, Alejandro Toledo, se entregó ayer ante las autoridades estadounidenses para ser extraditado a su país.
El expresidente llegó al tribunal a la hora prevista, las 09.00 hora local (16.00 GMT), y evitó entrar por la puerta principal para no encontrarse con los medios de comunicación.
“Apenas durmieron dos horas y media recordando momentos”, indicó a EFE una fuente del entorno de Toledo en alusión al expresidente y su esposa.
Toledo, de 77 años, se entregó a las 09H15 (16H15 GMT) locales a un tribunal federal de San José y quedó a disposición del servicio de alguaciles de Estados Unidos, informaron autoridades en California, reportó AFP.
El Comercio, del Grupo de Diarios América (GDA), confirmó el hecho con fuentes de Cancilleria y el Ministerio Público.
Exitosa Noticias mencionó que fuentes de Cancillería confirmaron que Toledo se entregó.
“No le corro a la justicia”, declaró antes de presentarse en el Palacio judicial de San José, en California. El exmandatario peruano salió con su abogada de oficio Mara Goldman.
El expresidente, que está acusado en Perú de corrupción por el caso Odebrecht, aseveró no saber “cuánto tiempo” lo tendrán en la cárcel. Manifestó su preocupación respecto a que no se le había informado sobre quiénes se presentarán ante la justicia estadounidense para extraditarlo.
“No sé quiénes van a venir a recogerme del Perú, pero lo único que pido es que no le corro a la justicia, pero le pido por favor que no me maten en la cárcel”, aseveró el exmandatario, antes de pedir que lo dejen “luchar” con sus “argumentos”.
Texto y foto: EFE