El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo ayer que el dueño de Grupo México, Germán Larrea, supo y estuvo de acuerdo en “arreglarse” con el Gobierno federal para regresar la concesión de un tramo ferroviario en el Istmo para el Corredor de Tehuantepec. Pero, “mal aconsejado” por sus abogados –agregó–, entre ellos Fernando Gómez-Mont Urueta, secretario de Gobernación con Felipe Calderón, sorpresivamente exigió nueve mil 500 millones de pesos.
Es una concesión, aclaró, no una propiedad de él. Se trata de una propiedad de la Nación, no de Germán Larrea, aseguró. Lo que sigue es hacer un avalúo y pagar una indemnización, explicó el Presidente. “Y esto no tiene nada que ver con la compra de Banamex”, agregó. “Si ellos cumplen con cuatro recomendaciones”, se quedarán con el banco. Sin embargo, Grupo México Transportes expresó su sorpresa ante la toma que hizo la Secretaría de Marina de los tres tramos de las vías de Ferrosur.
Texto y foto: Agencias