Con la celebración del Día de la Marina Nacional, mañana recordaremos la partida desde el puerto de Veracruz del primer buque mercante mexicano que contaba con una tripulación integrada exclusivamente por mexicanos de nacimiento: El vapor “Tabasco”, que zarpó con rumbo a Progreso, Yucatán bajo el mando del capitán Rafael Izaguirre.
La trascendencia de aquel 1 de junio de 1917 consiste en que se ejerció, por primera vez, lo dictado en el artículo 32 de la naciente Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en la cual se expuso que los tripulantes de las embarcaciones mexicanas tendrían que ser ciudadanos del país. Antes de ello, era regla general que los capitanes, jefes de máquinas y oficiales de los barcos mexicanos fueran todos extranjeros, delegando el trabajo mexicano a segundo plano.
Años más tarde, y por decreto del presidente de la República, Manuel Ávila Camacho, el 1 de junio de 1942 se celebró por primera vez el Día de la Marina, para rendir homenaje a las tripulaciones de los buques tanques mexicanos “Potrero del Llano” y “Faja de Oro”, que fueron hundidos por submarinos alemanes el 13 y 20 de mayo de ese año, durante la Segunda Guerra Mundial.
Ese mismo día se publicó el decreto en que se declaraba a México beligerante en contra de los países del eje Berlín-Roma-Tokio, y entre los meses de junio y julio de ese 1942, fueron también atacados y hundidos los buques tanque “Tuxpan”, “Las Choapas”, “Amatlán” y el “Oaxaca”.
En la actualidad, como parte de la ceremonia oficial, las autoridades, en nuestro caso el gobernador Mauricio Vila Dosal, a bordo de un buque de la Armada, lee una evocación a los marinos caídos en cumplimiento del deber y lanza al mar una ofrenda floral. Además en ese día se entregan reconocimientos a personas que han destacado en el sector marítimo y portuario.
Con el paso de los años, esta fecha ha sido muy esperada por los hombres de mar que también celebran un aniversario más de la inauguración del Puerto de Abrigo, obra que contribuye a evitar que en momentos de temporal, las embarcaciones se proyecten contra la playa y que sufran daños.
El puerto de abrigo de Yucalpetén fue inaugurado el 1 de junio de 1968 por el presidente Gustavo Diaz Ordaz, y a partir de 1994 adquirió la categoría de puerto de altura y cabotaje, pues cuenta con un área para barcos mayores de pesca y ribereña, además de marinas para embarcaciones de recreo.
Crónicas de aquellos años refieren que el presidente llegó procedente de Cozumel, y después de un evento en el Tecnológico de Mérida, en helicóptero fue trasladado al puerto, donde tras realizar la ofrenda floral a bordo del cañonero Potosí, bajo en el muelle fiscal para subir al barco, el “Nicte IV Yucalpeten”, que lo llevó hasta el Puerto de Abrigo ingresando por la dársena.
En el lugar, develó las placas que dan fe de la inauguración del Puerto de Abrigo, al igual que su frigorífico, asi como de la capitanía de puerto, pero además, develó la escultura “Angustia” que simboliza la creación del puerto de abrigo, para luego asistir en el balneario a un almuerzo preparado por Doña Margarita Zoreda Castellanos, el cual consistió en cóctel de camarones, ensalada de langosta a la vinagreta, pollo pibil, frijol refrito, pastel de nuez y café.
Texto y fotos: Manuel Pool